17/01/2018, 17:27
Aquel shinobi tenía una voz que le pegaba totalmente, aunque era la primera vez que alguien se refería a ella como dono, es más, creía ser la primera vez que alguien le hablaba con cortesía. A excepción de Akame, claro, pero conocía a Akame desde hacía mucho tiempo, y por ello la primera vez que habló con él ya tenía terreno recorrido. Con un desconocido era diferente, por ello sus mejillas se encendieron levemente, adoptando un tono rosado.
—Parece que ese animal está sufriendo. ¿Está tratando de asistirlo?
La kunoichi volvió a girarse y pasados unos segundos, asintió, angustiada por no lograr hacerlo de la manera adecuada.
—La encontré hace un rato aquí, solo quería ayudar —respondió ella, en voz baja —. Pero no es mi especialidad, al fin y al cabo —a aquello lo acompañó un suspiro de resignación.
Odiaba dejar los trabajos a medias.
Se levantó con cuidado de no hacer daño a la ardilla y volvió a colocarse su mochila firmemente en la espalda. Miró al desconocido —quien aguardaba a unos metros más allá— y preguntó:
—¿No sabrá dónde puedo encontrar a algún médico por aquí para tratar la herida de la ardilla? —hizo una breve pausa —. No quiero que esta ardilla sufra... —murmuró, más bajo y con la mirada gacha.
—Parece que ese animal está sufriendo. ¿Está tratando de asistirlo?
La kunoichi volvió a girarse y pasados unos segundos, asintió, angustiada por no lograr hacerlo de la manera adecuada.
—La encontré hace un rato aquí, solo quería ayudar —respondió ella, en voz baja —. Pero no es mi especialidad, al fin y al cabo —a aquello lo acompañó un suspiro de resignación.
Odiaba dejar los trabajos a medias.
Se levantó con cuidado de no hacer daño a la ardilla y volvió a colocarse su mochila firmemente en la espalda. Miró al desconocido —quien aguardaba a unos metros más allá— y preguntó:
—¿No sabrá dónde puedo encontrar a algún médico por aquí para tratar la herida de la ardilla? —hizo una breve pausa —. No quiero que esta ardilla sufra... —murmuró, más bajo y con la mirada gacha.