17/01/2018, 19:51
Riko entró en la casa tratando de hacer el menor ruido posible para evitar despertar a los dos hombres que se habían quedado dormidos hacía un rato. Al mirar hacia donde se encontraban pudo ver que uno de ellos estaba tirado en el suelo mientras el otro se había acostado encima de la mesa. Negó con la cabeza y se dirigió a la habitación.
En cuanto entró procedió a quitarse la ropa que llevaba, para no arrugarla durmiendo y se metió en la cama, cayendo dormido prácticamente en el instante, había sido un duro día de viaje y estaba bastante cansado.
En un momento dado del sueño, la nariz del peliblanco captó un olor bastante atractivo, que le hizo despertar y, casi al instante, estar activo al máximo, tenía hambre y era momento de desayunar. Se levantó, se vistió y se dirigió a la sala en la que había dejado por la noche a los dos hombres borrachos dormidos.
— ¡Buenos días! ¡Qué bien huele! — Exclamó el Senju una vez abajo y rápidamente se dirigió fuera, esperando encontrar allí a Koko que, tal y como había supuesto, no había ido a despertarle para hacer el cambio. — ¿Qué tal Koko?
En cuanto entró procedió a quitarse la ropa que llevaba, para no arrugarla durmiendo y se metió en la cama, cayendo dormido prácticamente en el instante, había sido un duro día de viaje y estaba bastante cansado.
En un momento dado del sueño, la nariz del peliblanco captó un olor bastante atractivo, que le hizo despertar y, casi al instante, estar activo al máximo, tenía hambre y era momento de desayunar. Se levantó, se vistió y se dirigió a la sala en la que había dejado por la noche a los dos hombres borrachos dormidos.
— ¡Buenos días! ¡Qué bien huele! — Exclamó el Senju una vez abajo y rápidamente se dirigió fuera, esperando encontrar allí a Koko que, tal y como había supuesto, no había ido a despertarle para hacer el cambio. — ¿Qué tal Koko?
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»