17/01/2018, 23:49
Kaido miró alrededor, posiblemente para asegurarse que no hubiera nadie alrededor. Daruu consideró que lo que estaba haciendo era una bobada, y deseó que no dijese nada en voz alta que se pudiera considerar información clasificada. «Venir a Los kunais cruzados y esperar que nadie escuche tu conversación es como hacer un viaje turístico por los barrios más pobres de Shinogi-To y pretender que no te roben la cartera».
—Sí, la verdad es que después de volver, necesitaba tomarme un jodido descanso. No estuve mucho por la aldea desde entonces —Kaido cogió la jarra de hidromiel y le dio un trago. Daruu hizo lo mismo, aprovechando la pausa. El pez dejó escapar un grosero eructo. Cualquiera que lo conociese debía estar acostumbrado a esa clase de demostraciones—. Y tú qué, ¿sabes algo de los demás? ¿Del bueno de Mogura? ¿Y.. qué fue de Ayame?
Daruu volvió a beber de su jarra.
—Hace tiempo que no sé nada de Mogura —dijo—. Estará ocupado con cosas de chūnin. —Pegó una buena carcajada—. Ayame está bien. Ahora no la veo casi nada, se pasa mañana, tarde y noche entrenando con su padre. Parece que todo está como debe estar.
Detrás, unos hombres mantenían una animada conversación sobre los últimos rumores del País. Y hubo uno en concreto que sin duda llamaría la atención de los genin.
—¿Te has enterado? ¡En Yukio! Dicen que una vez a la semana algo baja de las montañas y se dedica a robar todo tipo de comida.
—Venga ya, te lo estás inventando.
—¡No, en serio! Dicen que parece un gorila, pero todo blanco y ¡mucho más grande!
«¿Qué...?»
—Creo que el alcalde debería pedir una misión a Amegakure para que investigase.
Daruu miró a Kaido fijamente.
De entre todas las cosas que podía pensar en ese momento, una le cruzaba la mente. Una grande, gorda y peluda a quien le gustaba mucho la pizza. ¿Hibagon? ¿En Yukio? Pero eso era imposible... A no ser... A no ser...
—Kaido-kun. ¿Qué crees que pasaría —comenzó, hablando en clave—. si alguien decidiera, yo qué sé, por cualquier cosa, verás... decidiera viajar y asentarse en otro lugar que no es suyo, y no fuera bien recibido, y a lo mejor la mejor idea que tuviese fuera empezar a dar pam pam en el coco a los demás?
—Sí, la verdad es que después de volver, necesitaba tomarme un jodido descanso. No estuve mucho por la aldea desde entonces —Kaido cogió la jarra de hidromiel y le dio un trago. Daruu hizo lo mismo, aprovechando la pausa. El pez dejó escapar un grosero eructo. Cualquiera que lo conociese debía estar acostumbrado a esa clase de demostraciones—. Y tú qué, ¿sabes algo de los demás? ¿Del bueno de Mogura? ¿Y.. qué fue de Ayame?
Daruu volvió a beber de su jarra.
—Hace tiempo que no sé nada de Mogura —dijo—. Estará ocupado con cosas de chūnin. —Pegó una buena carcajada—. Ayame está bien. Ahora no la veo casi nada, se pasa mañana, tarde y noche entrenando con su padre. Parece que todo está como debe estar.
Detrás, unos hombres mantenían una animada conversación sobre los últimos rumores del País. Y hubo uno en concreto que sin duda llamaría la atención de los genin.
—¿Te has enterado? ¡En Yukio! Dicen que una vez a la semana algo baja de las montañas y se dedica a robar todo tipo de comida.
—Venga ya, te lo estás inventando.
—¡No, en serio! Dicen que parece un gorila, pero todo blanco y ¡mucho más grande!
«¿Qué...?»
—Creo que el alcalde debería pedir una misión a Amegakure para que investigase.
Daruu miró a Kaido fijamente.
De entre todas las cosas que podía pensar en ese momento, una le cruzaba la mente. Una grande, gorda y peluda a quien le gustaba mucho la pizza. ¿Hibagon? ¿En Yukio? Pero eso era imposible... A no ser... A no ser...
—Kaido-kun. ¿Qué crees que pasaría —comenzó, hablando en clave—. si alguien decidiera, yo qué sé, por cualquier cosa, verás... decidiera viajar y asentarse en otro lugar que no es suyo, y no fuera bien recibido, y a lo mejor la mejor idea que tuviese fuera empezar a dar pam pam en el coco a los demás?