19/01/2018, 02:07
Unas cuantas palabras por parte de Saigo lograron calmar un poco mis dudas y entonces pude concentrarme con más dedicación a mi deber, tanto para la kunoichi como para el shinobi a mi lado. Después de unos cuántos minutos en los cuales todo volvió al orden natural, acompañe al rubio hasta la enfermería con el cuerpo de una cansada Aki, allá pude descubrir que Mogura y Karamaru estaba bien, incluso Ryu estaba a salvo.
Bueno sinceramente pude percibir unos coágulos de sangre en la nariz de Manase que me resultaron un tanto extraños "¿Lo golpearon?" Me pregunté, pero de ello no moriría y yo estaba totalmente muerto de cansancio, así que podría esperar su limpieza...
Y después de un gran gasto de energía, venía una merecida comida y descanso. —Muero de hambre.— Admití mientras comía rápidamente la primera bola de arroz. —Esta buenisima.— Comenté tras engullir el primer bocado.
Terminé de llenar mi estómago y entonces tuvimos la oportunidad de ir a descansar a donde ahora estaba Mogura, no lo dudé dos veces y me fui hasta aquella habitación y me tiré sobre le colchón. "Estúpido Mogura tuvo que quedarse sin energia... A la final no habrá nadie que me dé un poco de chakra a mi..." Y entonces me dormí en un santiamén.
No sabía cuánto tiempo habría pasado, lo que sí sabía era que la luz que se filtraba al cuarto y el susurro de algunas palabras empezaban a incomodarme, me movía de un lado a otro tratando de recuperar el sueño y seguir descansando, me rehusaba a despertar totalmente, no obstante, la puerta se abrió inevitablemente y me fui a un viaje sin retorno al mundo real.
"Siento que dormí como un bebé..." Di un gran bostezo y me estiré.
—De acuerdo, ya voy.— Dije tras frotar mis ojos y estirar más mi cuerpo, era la forma de decirle que se despertase. "Espero no tener que darle chakra a nadie más..." Me puse de pie lentamente y caminé hasta la cocina en donde vi a Aki y Ryu nuevamente.
—Es bueno ver que están mejor.— Comenté con una sonrisa. —¿Cómo se sienten?— Pregunté mientras tomaba una silla y me ponía cómodo.
—Gracias.— Le dije al rubio y entonces tomé un poco de té verde y le dí un sorbo.
Bueno sinceramente pude percibir unos coágulos de sangre en la nariz de Manase que me resultaron un tanto extraños "¿Lo golpearon?" Me pregunté, pero de ello no moriría y yo estaba totalmente muerto de cansancio, así que podría esperar su limpieza...
Y después de un gran gasto de energía, venía una merecida comida y descanso. —Muero de hambre.— Admití mientras comía rápidamente la primera bola de arroz. —Esta buenisima.— Comenté tras engullir el primer bocado.
Terminé de llenar mi estómago y entonces tuvimos la oportunidad de ir a descansar a donde ahora estaba Mogura, no lo dudé dos veces y me fui hasta aquella habitación y me tiré sobre le colchón. "Estúpido Mogura tuvo que quedarse sin energia... A la final no habrá nadie que me dé un poco de chakra a mi..." Y entonces me dormí en un santiamén.
No sabía cuánto tiempo habría pasado, lo que sí sabía era que la luz que se filtraba al cuarto y el susurro de algunas palabras empezaban a incomodarme, me movía de un lado a otro tratando de recuperar el sueño y seguir descansando, me rehusaba a despertar totalmente, no obstante, la puerta se abrió inevitablemente y me fui a un viaje sin retorno al mundo real.
"Siento que dormí como un bebé..." Di un gran bostezo y me estiré.
—De acuerdo, ya voy.— Dije tras frotar mis ojos y estirar más mi cuerpo, era la forma de decirle que se despertase. "Espero no tener que darle chakra a nadie más..." Me puse de pie lentamente y caminé hasta la cocina en donde vi a Aki y Ryu nuevamente.
—Es bueno ver que están mejor.— Comenté con una sonrisa. —¿Cómo se sienten?— Pregunté mientras tomaba una silla y me ponía cómodo.
—Gracias.— Le dije al rubio y entonces tomé un poco de té verde y le dí un sorbo.