21/01/2018, 00:56
Finalmente, Akame pareció entrar en razón. Este se recuperó de la sorpresa — Juro tuvo la sensación de que verle sorprendido era algo extraño. Casi se sintió afortunado —, y con su misma serenidad, alzó una cuenta atrás manual.
Tres.
« Tenemos que hacer esto. Es lo correcto »
Dos.
« ¿Quién será esa chica? ¿Una espía? ¿Un ninja? ¡Que importa! »
Uno.
« Vamos. Vamos. Vamos »
Los dos utilizaron toda su fuerza para derribar la puerta. Aunque ninguno parecía ser especialmente musculoso, la puerta tampoco tenía demasiada calidad, por lo que consiguieron desencajarla con facilidad.
La escena era lo que esperaba. El profesor se encontraba tumbado en la cama, y la mujer del Cruce seguía ahí, en posición dominante sobre él. Solo que, por supuesto, el aspecto que tenía era de una depredadora. Tenía un kunai sobre el cuello del diplomado.
« ¡Es una kunoichi! ¡Lo sabía! »
Había seducido a su objetivo para luego conseguir aquel extraño libro. Ese método de proceder era prácticamente único.
Juro pudo ver como Keisuke se encontraba al otro lado. Había cruzado la ventana. Ahora estaban los tres y la tenían rodeada. Tenían que tener ventaja sobre ella.
Pero Juro no se sintió con ventaja. Aquella mujer se veía más experimentada. Más que él, al menos. Ella no era una novata. Ni si quiera se inmutó ante su presencia o ante las palabras de Akame, que Juro ignoró.
— ¡Aqui viene! — exclamó, al ver como la chica hacía un movimiento —. No hay espacio para contratacar...
Un kunai voló hacia el rostro de Keisuke. Un tiro directamente mortal.
Tal y como había supuesto, esta mierda iba en serio.
Tras eso, arrojó dos shurikens en contra de Juro y Akame, a la altura del cuello. Juro supo que si se quedaba quieto, iba a morir. Así pues, no se quedó quieto. Se apartó hacia su derecha, alejandose de la trayectoria del shuriken que tenía su nombre por poco, dejando que este se clavase en la pared.
Juro seguía pegado contra pared. Estaba pensando. Pensando en que diablos podía hacer en una situación así.
« Es rápida. Me matará antes de que pueda si quiera sacar a Gen. Estamos en un sitio cerrado. Mis jutsus podrían dañar a mis compañeros. Mierda. Mierda »
¿Qué diablos iba a hacer ahí? Si tan solo pudieran sacarla al exterior....
Urgo en su portaobjetos con su mano derecha, mientras no perdía de vista a su rival y al combate. Buscaba uno de sus frascos de veneno. Un impacto directo del veneno adecuado podría terminar la pelea en segundos, pero eso le dejaba expuesto. Por eso, no lo sacó. Aún no. No podía revelar su truco tan pronto.
Se preparó para el contraataque, mientras Keisuke actuaba.
Tres.
« Tenemos que hacer esto. Es lo correcto »
Dos.
« ¿Quién será esa chica? ¿Una espía? ¿Un ninja? ¡Que importa! »
Uno.
« Vamos. Vamos. Vamos »
Los dos utilizaron toda su fuerza para derribar la puerta. Aunque ninguno parecía ser especialmente musculoso, la puerta tampoco tenía demasiada calidad, por lo que consiguieron desencajarla con facilidad.
La escena era lo que esperaba. El profesor se encontraba tumbado en la cama, y la mujer del Cruce seguía ahí, en posición dominante sobre él. Solo que, por supuesto, el aspecto que tenía era de una depredadora. Tenía un kunai sobre el cuello del diplomado.
« ¡Es una kunoichi! ¡Lo sabía! »
Había seducido a su objetivo para luego conseguir aquel extraño libro. Ese método de proceder era prácticamente único.
Juro pudo ver como Keisuke se encontraba al otro lado. Había cruzado la ventana. Ahora estaban los tres y la tenían rodeada. Tenían que tener ventaja sobre ella.
Pero Juro no se sintió con ventaja. Aquella mujer se veía más experimentada. Más que él, al menos. Ella no era una novata. Ni si quiera se inmutó ante su presencia o ante las palabras de Akame, que Juro ignoró.
— ¡Aqui viene! — exclamó, al ver como la chica hacía un movimiento —. No hay espacio para contratacar...
Un kunai voló hacia el rostro de Keisuke. Un tiro directamente mortal.
Tal y como había supuesto, esta mierda iba en serio.
Tras eso, arrojó dos shurikens en contra de Juro y Akame, a la altura del cuello. Juro supo que si se quedaba quieto, iba a morir. Así pues, no se quedó quieto. Se apartó hacia su derecha, alejandose de la trayectoria del shuriken que tenía su nombre por poco, dejando que este se clavase en la pared.
Juro seguía pegado contra pared. Estaba pensando. Pensando en que diablos podía hacer en una situación así.
« Es rápida. Me matará antes de que pueda si quiera sacar a Gen. Estamos en un sitio cerrado. Mis jutsus podrían dañar a mis compañeros. Mierda. Mierda »
¿Qué diablos iba a hacer ahí? Si tan solo pudieran sacarla al exterior....
Urgo en su portaobjetos con su mano derecha, mientras no perdía de vista a su rival y al combate. Buscaba uno de sus frascos de veneno. Un impacto directo del veneno adecuado podría terminar la pelea en segundos, pero eso le dejaba expuesto. Por eso, no lo sacó. Aún no. No podía revelar su truco tan pronto.
Se preparó para el contraataque, mientras Keisuke actuaba.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60