25/01/2018, 21:43
Ambos pasaron a recepción, encontrándose con la mujer Uzumaki encargada de estar allí aquel día. Eri había visto a Uzumaki Kiyomi una o dos veces, cuando había venido con anterioridad al edificio del Uzukage, pero nunca había hablado en persona con ella.
— Buenas, yo soy Inuzuka Nabi y ella es Uzumaki Eri. Venimos a por mi primera misión.
Eri saludó a la recepcionista inclinando la cabeza ligeramente. La Uzumaki, por su parte, sonrió antes de tenderles un pergamino que acababa de sacar de uno de los cajones de la recepción.
—Gracias, Kiyomi-san —agradeció la pequeña pelirroja, luego se retiró hacia un lado para ver el interior del pergamino que Nabi había tomado. Aunque éste parecía estar teniendo un debate interior entre las dos Uzumaki que tenía en frente.
Tomó el pergamino de sus manos y leyó en voz alta su interior, lo revisó un par de veces y se lo guardó en el portaobjetos.
—Siento informarte de que está casada —murmuró, de forma casual —. Por mucho que la mires no tienes probabilidades con ella, supéralo —alegó, sonriente y dirigiéndose hacia la salida, dispuesta a llegar al lugar que indicaba la misión para comenzar a ayudar al señor Aikito con su negocio.
— Buenas, yo soy Inuzuka Nabi y ella es Uzumaki Eri. Venimos a por mi primera misión.
Eri saludó a la recepcionista inclinando la cabeza ligeramente. La Uzumaki, por su parte, sonrió antes de tenderles un pergamino que acababa de sacar de uno de los cajones de la recepción.
—Gracias, Kiyomi-san —agradeció la pequeña pelirroja, luego se retiró hacia un lado para ver el interior del pergamino que Nabi había tomado. Aunque éste parecía estar teniendo un debate interior entre las dos Uzumaki que tenía en frente.
Tomó el pergamino de sus manos y leyó en voz alta su interior, lo revisó un par de veces y se lo guardó en el portaobjetos.
—Siento informarte de que está casada —murmuró, de forma casual —. Por mucho que la mires no tienes probabilidades con ella, supéralo —alegó, sonriente y dirigiéndose hacia la salida, dispuesta a llegar al lugar que indicaba la misión para comenzar a ayudar al señor Aikito con su negocio.