27/01/2018, 23:13
—Ouuhm, negativo. Han de ser lugareños —dijo, tajante—. por aquí, vamos.
«Y una mierda, viejo»
Por supuesto que aquellos 3 tipos se conocían, pero ninguno estaba dispuesto a decir nada sobre el otro. Pude sentir el miedo en la mirada de los tipos de las jodidas cervezas y las pocas ganas de esclarecer nada por parte del tal Hibana.
Sin decir, nada, hice caso al viejo y le seguí por los pasillos del lugar, acompañado por una chepa improvisada en forma de araña azabache hasta que pronto llegamos al lugar en el que el doctor Hibana dormía, o lo que era lo mismo, su habitación. Allí pude ver un desorden sin igual. Libros y libros por aquí y por allá, incluso uno en las manos del tipo, que yacía sentado en un sillón. Montones de latas desperdigadas por todos lados, a la espera de que contase un poco de que iba toda esa movida y nos pusiéramos en marcha lo antes posible.
—Tome asiento en donde guste, sólo trate de no mover nada —acotó, sin quitar la mirada del libro—. he planificado partir mañana a primera hora, así que tenemos tiempo suficiente para discutir los vestigios de la expedición como para que no tenga dudas al salir de ésta habitación. Así que, a priori, me gustaría saber qué tanto le ha dicho su gente acerca de la misión. He intentado ser lo más conciso durante la solicitud, pero sé de primera mano que a la gente le suele ser difícil dar la información como debe ser, sin tergiversar nada. Los males del ser humano. Entonces, ¿Le explicaron, jovenzuelo, el por qué le he contratado?
— Estoy bien así, no se preocupe — dije, de pie y de brazos cruzados mientras prestaba atención a lo que el doctor decía — Volviendo a la misión... me dijeron que necesitaba un ninja que le escoltase a una misión en el Valle de Unraikyo, ¿O no es así?
«Vas a tener que soltar prenda tu, majo» me dije para mis adentros.
— Ya le has oído, Kumopansa. Así que no toques nada
«Y una mierda, viejo»
Por supuesto que aquellos 3 tipos se conocían, pero ninguno estaba dispuesto a decir nada sobre el otro. Pude sentir el miedo en la mirada de los tipos de las jodidas cervezas y las pocas ganas de esclarecer nada por parte del tal Hibana.
Sin decir, nada, hice caso al viejo y le seguí por los pasillos del lugar, acompañado por una chepa improvisada en forma de araña azabache hasta que pronto llegamos al lugar en el que el doctor Hibana dormía, o lo que era lo mismo, su habitación. Allí pude ver un desorden sin igual. Libros y libros por aquí y por allá, incluso uno en las manos del tipo, que yacía sentado en un sillón. Montones de latas desperdigadas por todos lados, a la espera de que contase un poco de que iba toda esa movida y nos pusiéramos en marcha lo antes posible.
—Tome asiento en donde guste, sólo trate de no mover nada —acotó, sin quitar la mirada del libro—. he planificado partir mañana a primera hora, así que tenemos tiempo suficiente para discutir los vestigios de la expedición como para que no tenga dudas al salir de ésta habitación. Así que, a priori, me gustaría saber qué tanto le ha dicho su gente acerca de la misión. He intentado ser lo más conciso durante la solicitud, pero sé de primera mano que a la gente le suele ser difícil dar la información como debe ser, sin tergiversar nada. Los males del ser humano. Entonces, ¿Le explicaron, jovenzuelo, el por qué le he contratado?
— Estoy bien así, no se preocupe — dije, de pie y de brazos cruzados mientras prestaba atención a lo que el doctor decía — Volviendo a la misión... me dijeron que necesitaba un ninja que le escoltase a una misión en el Valle de Unraikyo, ¿O no es así?
«Vas a tener que soltar prenda tu, majo» me dije para mis adentros.
— Ya le has oído, Kumopansa. Así que no toques nada
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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