30/01/2018, 16:00
— A ver, Eri-chan, creo que no es muy buena idea ir a lo loco. Deberíamos ir al mercado, que es donde la gente va a comprar cebollas e intentar repartirlas por ahí, que es donde es más probable que nos las cojan.
—Es cierto, muy buena idea Nabi, ¿qué haríamos sin ti? —alegó la joven. La verdad es que aquella idea era, sin lugar a dudas, la mejor que habían tenido para aquella misión, y la había tenido el Inuzuka, ni más ni menos. ¿Podía estar equivocada con aquel chico?
—No creo yo que en el Jardín de los Cerezos vayan a querer ir paseando una cebolla, por cierto, ¿vas a ir al festival esta primavera? Porque podríamos ir juntos. El último me lo perdí por el maldito viaje.
—¿Eh? —preguntó, anonadada ante la repentina pregunta que Nabi había formulando y que, claramente, no concordaba con lo que estaban hablando. ¿Había sido su imaginación o aquel muchacho acababa de propornerla ir al festival de primavera ese año? Ladeó la cabeza, aunque rápidamente la erguió al notar como el olor de las cebollas ascendía hasta sus fosas nasales.
No pudo evitar toser.
—Claro, yo tampoco fui el año pasado... — «La verdad es que me pasé el día durmiendo...» —. Así que sería fantástico poder ir este año contigo, Nabi —después de aquellas palabras la muchacha pelirroja mostró una amplia sonrisa, luego se dio la vuelta y volvió a hablar —. Y contigo, Stuffy, por supuesto, ¡pero nada de hacerse caca encima de otra gente!
Con suerte y a medida que charlaban, el mercado ya se podía ver a lo lejos.
—Es cierto, muy buena idea Nabi, ¿qué haríamos sin ti? —alegó la joven. La verdad es que aquella idea era, sin lugar a dudas, la mejor que habían tenido para aquella misión, y la había tenido el Inuzuka, ni más ni menos. ¿Podía estar equivocada con aquel chico?
—No creo yo que en el Jardín de los Cerezos vayan a querer ir paseando una cebolla, por cierto, ¿vas a ir al festival esta primavera? Porque podríamos ir juntos. El último me lo perdí por el maldito viaje.
—¿Eh? —preguntó, anonadada ante la repentina pregunta que Nabi había formulando y que, claramente, no concordaba con lo que estaban hablando. ¿Había sido su imaginación o aquel muchacho acababa de propornerla ir al festival de primavera ese año? Ladeó la cabeza, aunque rápidamente la erguió al notar como el olor de las cebollas ascendía hasta sus fosas nasales.
No pudo evitar toser.
—Claro, yo tampoco fui el año pasado... — «La verdad es que me pasé el día durmiendo...» —. Así que sería fantástico poder ir este año contigo, Nabi —después de aquellas palabras la muchacha pelirroja mostró una amplia sonrisa, luego se dio la vuelta y volvió a hablar —. Y contigo, Stuffy, por supuesto, ¡pero nada de hacerse caca encima de otra gente!
Con suerte y a medida que charlaban, el mercado ya se podía ver a lo lejos.