30/01/2018, 17:30
(Última modificación: 30/01/2018, 17:30 por Uzumaki Eri.)
— Pues deberíamos dárselas a Datsue, sí, ¿o conoces algún otro amante de las cebollas? ¿Tú no comes cebolla asiduamente? Es buena, por algún motivo, sino la gente no se la comería, ¿no?
—Bueno, sí, me gusta, cuando no se te queda el sabor en la boca durante medio día... —dijo Eri, volviendo a colocar la caja perfectamente entre sus manos —. Igualmente, creo que me las quedaré yo y se las daré la próxima vez que le vea, quizás no esté en casa y estamos en medio de una misión, prefiero reportar que ya está hecha —opinó segundos más tarde, pensativa —. Pasemos por mi casa a dejar la caja y luego vayamos a Aikito-san para decir que el trabajo está hecho.
Lo que de verdad temía era que si Datsue y Nabi volvían a encontrarse, quizás esas cebollas no acababan bien, y su misión, probablemente, tampoco terminaría de la mejor de las maneras, así que... Tenía que buscar un remedio a aquello lo antes posible, mientras tanto, lo aplazaría.
Incluso si se tenía que quedar las cebollas ella.
—Bueno, sí, me gusta, cuando no se te queda el sabor en la boca durante medio día... —dijo Eri, volviendo a colocar la caja perfectamente entre sus manos —. Igualmente, creo que me las quedaré yo y se las daré la próxima vez que le vea, quizás no esté en casa y estamos en medio de una misión, prefiero reportar que ya está hecha —opinó segundos más tarde, pensativa —. Pasemos por mi casa a dejar la caja y luego vayamos a Aikito-san para decir que el trabajo está hecho.
Lo que de verdad temía era que si Datsue y Nabi volvían a encontrarse, quizás esas cebollas no acababan bien, y su misión, probablemente, tampoco terminaría de la mejor de las maneras, así que... Tenía que buscar un remedio a aquello lo antes posible, mientras tanto, lo aplazaría.
Incluso si se tenía que quedar las cebollas ella.