30/01/2018, 22:55
—Habría sido un panorama complicado para nosotros, aunque admito que me hubiera hecho mucha gracia verle ahí, todo empapado y maloliente. Amenazando a todo dios con su frase típica. Pero sí, nos íbamos a ganar una buena si pensasen que le revelamos la locación de nuestra aldea a un monstruo peludo y hambriento como él. Joder, y si tan sólo supieran que se le puede amansar con una buena pizza caliente.
—Ya, claro, pero no has pensado en que probablemente ese bicho es capaz de reventar a un par de chūnin o tres antes de que le detengan. Yo creo que no sólo nos íbamos a meter en una buena sino que él mismo se iba a meter en una buena. Lo matarían, Kaido. Y... no sé por qué, pero no me agrada esa idea. Al final me cayó... ¿bien? —La propia idea era una novedad que no se había parado a considerar. ¿Hibagon era, simplemente, un monstruo del que habían conseguido librarse con astucia y buenas palabras o... un amigo?
—De todas formas, que esté en Yukio ya es lo suficientemente malo. ¿Qué haremos una vez que le encontremos? No es algo que podamos meter en un ático, joder. Y no conocemos a nadie de Yukio. O bueno, no yo, al menos.
Daruu se encogió de hombros.
—¿Hablar... con él? ¿Explicarle su error en sus... acciones? —No, claro. Un monstruo tan grande necesitaba comer. Si estaba robando comida, ¿de dónde la iba a sacar si no?—. Claro, necesita comida. Pues o le convencemos de volver al Valle de los Dojos o... bueno, de algún sitio tenía que sacarla el tipo en su anterior hogar, ¿no? No habían carteles de búsqueda y captura de Monstruo Gigante Nevado por todo el valle ni nada.
—Ya, claro, pero no has pensado en que probablemente ese bicho es capaz de reventar a un par de chūnin o tres antes de que le detengan. Yo creo que no sólo nos íbamos a meter en una buena sino que él mismo se iba a meter en una buena. Lo matarían, Kaido. Y... no sé por qué, pero no me agrada esa idea. Al final me cayó... ¿bien? —La propia idea era una novedad que no se había parado a considerar. ¿Hibagon era, simplemente, un monstruo del que habían conseguido librarse con astucia y buenas palabras o... un amigo?
—De todas formas, que esté en Yukio ya es lo suficientemente malo. ¿Qué haremos una vez que le encontremos? No es algo que podamos meter en un ático, joder. Y no conocemos a nadie de Yukio. O bueno, no yo, al menos.
Daruu se encogió de hombros.
—¿Hablar... con él? ¿Explicarle su error en sus... acciones? —No, claro. Un monstruo tan grande necesitaba comer. Si estaba robando comida, ¿de dónde la iba a sacar si no?—. Claro, necesita comida. Pues o le convencemos de volver al Valle de los Dojos o... bueno, de algún sitio tenía que sacarla el tipo en su anterior hogar, ¿no? No habían carteles de búsqueda y captura de Monstruo Gigante Nevado por todo el valle ni nada.