1/02/2018, 03:26
Sí, a Kaido también le había caído bien, dentro de todo. Y tampoco le agradaba mucho la idea de que a Hibagon lo cortasen en pedacitos.
—Quizás, en el Valle tenía a algún alto rango que le protegiera. O qué se yo. Porque, a ver, con esos saltos que se marcaba desde el tope de la montaña, dudo mucho de que nadie le hubiese visto nunca. No hemos podido ser los primeros en encontrarlo —meditó, torciendo poco después el gesto. La verdad es que cualquier conjetura acerca de Hibagon no tendría validez alguna hasta que él lo confirmase—. pero en fin, ya nos contará él qué coño le ha impulsado a dejar el Valle. Y a abandonar el carámbano que le convirtió en el monstruo que es.
Kaido se palpó de pronto los bolsillos.
Y hablando de comida, ¿trajiste algo de pasta? —dijo, en un juego de palabras. Realmente lo que quería saber es si Daruu tenía ¡dinero! ¡los verdes! porque, él, bueno... era un poco tacaño. O muy tacaño.
—Quizás, en el Valle tenía a algún alto rango que le protegiera. O qué se yo. Porque, a ver, con esos saltos que se marcaba desde el tope de la montaña, dudo mucho de que nadie le hubiese visto nunca. No hemos podido ser los primeros en encontrarlo —meditó, torciendo poco después el gesto. La verdad es que cualquier conjetura acerca de Hibagon no tendría validez alguna hasta que él lo confirmase—. pero en fin, ya nos contará él qué coño le ha impulsado a dejar el Valle. Y a abandonar el carámbano que le convirtió en el monstruo que es.
Kaido se palpó de pronto los bolsillos.
Y hablando de comida, ¿trajiste algo de pasta? —dijo, en un juego de palabras. Realmente lo que quería saber es si Daruu tenía ¡dinero! ¡los verdes! porque, él, bueno... era un poco tacaño. O muy tacaño.