2/02/2018, 21:03
—Kei-chan!— Manifestó el ojiblanco mientras se acercaba a la mesa con un sobre blanco en sus manos.
—¿Sí?— Pregunté tras comer un poco de cereal, mis orbes se quedaron fijas en el objeto que estaba en sus palmas. —¿Qué es eso?—
—Pues, es un regalo, me lo dio Kyosuke.— Y tras decir eso extendió el sobre directamente hacia donde estaba yo; dejé de comer para agarrar el sobre con ambas manos y sacar el papel, leí con calma su contenido.
—Un boleto para ir unos días al dojo de Hisui-sensei, debe ser bastante interesante, que buen obsequio...— Le devolví el boleto dentro del sobre.
—Es tuyo, es hora de que entrenes más, seas más fuerte y desarrolles más tus habiliades.— Sentenció con una frase motivacional.
—¿Me estas diciendo débil?— Pregunté haciéndome el ofendido.
—No quería desmotivarte en ese entonces, pero te recuerdo que perdiste en la primera ronda del torneo de los dojos!— Y se acercó para verse más intimidante e incluso hablaba cada vez más alto. —Y no solo débil, sino tonto también, por andar tirandotela de sabelotodo y creerte más que los demás quedaste muy mal parado frente a Yui-sama, así que será mejor que pongas esas neuronas a funcionar de una mejor manera.— Entonces me dejó con el boleto en la mano, se dio media vuelta y empezó a alejarse. —Y espero que cuando vuelvas se note la diferencia.—
Me quedé perplejo ante las palabras de Haze, él estaba también enojado por lo ocurrido y esta fue su manera de ayudarme, pero tampoco era para tanto... digo tanto como para reprocharme así... Suspiré y continué cenando, entonces miré nuevamente el boleto.
"QUE CALOOOOOOOOR" Bufé mientras continuaba caminando hacia el dichoso dojo, los rayos del sol me abrasaban sin contemplación y ningun árbol se veía alrededor, lo único que podía ver era la muralla que delimitaba la entrada de mi destino.
"Y pensar que creí que por traerme una sombrilla sería suficiente para protegerme, que bueno que me eché un poco de protector solar..." Me dije mientras continuaba a paso rápido, lo único que quería hacer era llegar lo antes posible para refugiarme en el interior del dojo o lugar disponible para refrescarme un poco.
En esta oportunidad no solo había optado por andar con un paraguas, sino también por una túnica de color tierra que me cubría desde el cuello hasta los tobillos, debajo de ella llevaba una franela manga corta de color azul cielo y un mono negro, y las típicas sandalias shinobi; el protector que me acreditaba como shinobi de Amegakure lucía con orgullo en mi frente, así mismo llevaba un morral de color negro en el cual tenía todas mis pertenencias, por lo que podría deducirse que iba un poco pesado y mi portaobjetos en la región lumbar.
Después de varios minutos de viaje, por lo menos en este último día, llegué a la pared de madera, la misma se veía como un único bloque, ¿cómo lo habrían hecho? Era un detalle curioso, quizá lo averiguaría, sí tenía la oportunidad. Una vez en la entrada me presenté. —Buenas tardes, soy Inoue Keisuke, vengo a ver a Hisui-sensei.— Comenté y luego presenté el boleto que me habían dado.
—¿Sí?— Pregunté tras comer un poco de cereal, mis orbes se quedaron fijas en el objeto que estaba en sus palmas. —¿Qué es eso?—
—Pues, es un regalo, me lo dio Kyosuke.— Y tras decir eso extendió el sobre directamente hacia donde estaba yo; dejé de comer para agarrar el sobre con ambas manos y sacar el papel, leí con calma su contenido.
—Un boleto para ir unos días al dojo de Hisui-sensei, debe ser bastante interesante, que buen obsequio...— Le devolví el boleto dentro del sobre.
—Es tuyo, es hora de que entrenes más, seas más fuerte y desarrolles más tus habiliades.— Sentenció con una frase motivacional.
—¿Me estas diciendo débil?— Pregunté haciéndome el ofendido.
—No quería desmotivarte en ese entonces, pero te recuerdo que perdiste en la primera ronda del torneo de los dojos!— Y se acercó para verse más intimidante e incluso hablaba cada vez más alto. —Y no solo débil, sino tonto también, por andar tirandotela de sabelotodo y creerte más que los demás quedaste muy mal parado frente a Yui-sama, así que será mejor que pongas esas neuronas a funcionar de una mejor manera.— Entonces me dejó con el boleto en la mano, se dio media vuelta y empezó a alejarse. —Y espero que cuando vuelvas se note la diferencia.—
Me quedé perplejo ante las palabras de Haze, él estaba también enojado por lo ocurrido y esta fue su manera de ayudarme, pero tampoco era para tanto... digo tanto como para reprocharme así... Suspiré y continué cenando, entonces miré nuevamente el boleto.
Cinco días y medio más tarde...
"QUE CALOOOOOOOOR" Bufé mientras continuaba caminando hacia el dichoso dojo, los rayos del sol me abrasaban sin contemplación y ningun árbol se veía alrededor, lo único que podía ver era la muralla que delimitaba la entrada de mi destino.
"Y pensar que creí que por traerme una sombrilla sería suficiente para protegerme, que bueno que me eché un poco de protector solar..." Me dije mientras continuaba a paso rápido, lo único que quería hacer era llegar lo antes posible para refugiarme en el interior del dojo o lugar disponible para refrescarme un poco.
En esta oportunidad no solo había optado por andar con un paraguas, sino también por una túnica de color tierra que me cubría desde el cuello hasta los tobillos, debajo de ella llevaba una franela manga corta de color azul cielo y un mono negro, y las típicas sandalias shinobi; el protector que me acreditaba como shinobi de Amegakure lucía con orgullo en mi frente, así mismo llevaba un morral de color negro en el cual tenía todas mis pertenencias, por lo que podría deducirse que iba un poco pesado y mi portaobjetos en la región lumbar.
Después de varios minutos de viaje, por lo menos en este último día, llegué a la pared de madera, la misma se veía como un único bloque, ¿cómo lo habrían hecho? Era un detalle curioso, quizá lo averiguaría, sí tenía la oportunidad. Una vez en la entrada me presenté. —Buenas tardes, soy Inoue Keisuke, vengo a ver a Hisui-sensei.— Comenté y luego presenté el boleto que me habían dado.