4/02/2018, 17:45
Mi puñetazo dio de lleno en la mejilla del guerrero y entonces salió impulsado por la fuerza del golpe, y del chakra, a unos cuantos metros de mi posición actual, sin embargo, el hecho de aprovechar esa brecha para intentar asestarle un segundo golpe con mi chakra elemental no fue tan efectivo como el primero, mi rival logró incorporarse y una pared nívea se manifestó entre el chorro del agua y mi objetivo, y no todo terminaba ahí porque la nieve parecía absorber el agua como sí se estuviese bebiendo un vaso de agua...
"Un momento..." Me dije a la par que abría mis ojos, no era una pared de nieve lo que había hecho, sino una avalancha que ahora había crecido en tamaño y se acercaba a mi de una forma amenazante, intenté retroceder unos cuantos pasos, pero fue demasiado tarde, la ola nívea me atropelló y me revolcó directamente contra el suelo. —Auch...— Musité mientras quitaba las toneladas de nieve que me habían sepultado, estaba tratando de salir a la superficie nuevamente.
Una vez logré salir de mi ataúd congelado, pude escuchar como unos pasos se acercaban a gran velocidad hacia mi, y no era precisamente un solo ser el que se movía hacia mi, sino cinco fieras heladas que venían a mi, y yo estaba agotado, las bestias las tenías practicamente encima de mí, lo único que pude hacer fue interponer mis brazos como escudo para protegerme un poco, y entonces esperé el impacto; pero este nunca llegó, más bien mis oídos captaron los alaridos y gritos de desdicha que colisionaron con cada una de los proyectiles dejando como rastro una lluvia de copos de nieve a mi alrededor.
"Ya le debo unas cuantas..."
El frío empezaba a calar en mis huesos y mi cuerpo empezaba a pesar un poco más, mi respiración se había agitado, mi corazón latía a mil por minuto como sí fuera a salir de mi pecho en cualquier momento. Tragué grueso y miré la localización del guerrero, relamí mis labios y volví a tragar. ¿Qué iba a hacer? No tenía ningún plan, no tenía tanto chakra para seguir desperdiciandolo sin ninguna idea.
"Un momento..." Me dije a la par que abría mis ojos, no era una pared de nieve lo que había hecho, sino una avalancha que ahora había crecido en tamaño y se acercaba a mi de una forma amenazante, intenté retroceder unos cuantos pasos, pero fue demasiado tarde, la ola nívea me atropelló y me revolcó directamente contra el suelo. —Auch...— Musité mientras quitaba las toneladas de nieve que me habían sepultado, estaba tratando de salir a la superficie nuevamente.
Una vez logré salir de mi ataúd congelado, pude escuchar como unos pasos se acercaban a gran velocidad hacia mi, y no era precisamente un solo ser el que se movía hacia mi, sino cinco fieras heladas que venían a mi, y yo estaba agotado, las bestias las tenías practicamente encima de mí, lo único que pude hacer fue interponer mis brazos como escudo para protegerme un poco, y entonces esperé el impacto; pero este nunca llegó, más bien mis oídos captaron los alaridos y gritos de desdicha que colisionaron con cada una de los proyectiles dejando como rastro una lluvia de copos de nieve a mi alrededor.
"Ya le debo unas cuantas..."
El frío empezaba a calar en mis huesos y mi cuerpo empezaba a pesar un poco más, mi respiración se había agitado, mi corazón latía a mil por minuto como sí fuera a salir de mi pecho en cualquier momento. Tragué grueso y miré la localización del guerrero, relamí mis labios y volví a tragar. ¿Qué iba a hacer? No tenía ningún plan, no tenía tanto chakra para seguir desperdiciandolo sin ninguna idea.