4/02/2018, 22:54
La escena se quedó congelada. O al menos eso parecía para los dos genins médicos, el primero, Manase Mogura, estaba completamente estatico, parecía que miraba a los ojos del herido, pero su mirada se perdía en el infinito, más allá de la pared que había tras él o incluso más allá de Onindo. Llegaba hasta una dimensión paralela donde el tiempo se movía a un ritmo igual que el suyo propio, gracias a unos dioses benevolentes que no osan tocar los engranajes recónditos del paso del tiempo.
El segundo, Inoue Keisuke, parecía estar pensando mientras observaba la herida de pie, tras el primero. Sin embargo, no reaccionaba, ni siquiera movió la vista cuando Ryu pasó la mano, asombrado, por delante de sus ojos. Empezó a zarandearlos levemente y a llamarlos, sin salir de su asombro. ¿Qué clase de brujería era esa? Ni siquiera respondían a estímulos externos.
En su ausencia, nadie había notado que Karamaru se había quedado helado a un lado del marco de la puerta que daba a la cocina, también mirando fuera de Onindo.
Desesperado, Ryu decidió tirarles un cubo de agua a ambos por encima a ver si había reacción.
El segundo, Inoue Keisuke, parecía estar pensando mientras observaba la herida de pie, tras el primero. Sin embargo, no reaccionaba, ni siquiera movió la vista cuando Ryu pasó la mano, asombrado, por delante de sus ojos. Empezó a zarandearlos levemente y a llamarlos, sin salir de su asombro. ¿Qué clase de brujería era esa? Ni siquiera respondían a estímulos externos.
En su ausencia, nadie había notado que Karamaru se había quedado helado a un lado del marco de la puerta que daba a la cocina, también mirando fuera de Onindo.
Desesperado, Ryu decidió tirarles un cubo de agua a ambos por encima a ver si había reacción.