4/02/2018, 23:30
Al llegar a la segunda planta, la peliplateada se encontraría que el chico —hijo de la bibliotecaria— se encontraba inmerso entre una tonelada de libros. Literalmente estaba rodeado de tantos tomos, que le llevaría la mayor parte de la tarde tan solo en ordenarlos. Había tantos libros sobre la mesa, que había tenido que recurrir incluso al suelo para dejar otros cuantos. Leía desde muy cerca, por lo cuál ni le hizo caso cuando ella pasó por su cercanía. Si se fijaba, tenía numerosos libros acerca de biología, así como otros cuantos sobre ciencias, e incluso matemáticas.
Para cuando bajó, la situación seguía sostenible. No parecía haberse armado ningún tipo de alboroto entre tanto. Dejó los libros ante la rubia, y ésta pareció contentarse gratamente —Muchas gracias, vieja. Agradeció, a su manera. Sin perder un segundo, la rubia comenzó a leer el primero que pilló. Sin duda, había una infante que iba a estar entretenida por un buen rato.
La pelirroja que golpeaba sutilmente sus muslos con las palmas, en discretos sonidos, cesó por un instante su interlocución. Alzó la mano, y miró innegablemente a la peliplateada. Ésta parecía requerir de su ayuda, o simplemente buscaba otra cosa.
—Hola. Disculpa, señorita genin, pero... ¿podrías decirme donde puedo encontrar un libro sobre matemáticas avanzadas?
Si la chica se había fijado, la mayoría estaban en posesión del hijo de la señora Otoshino, e incluso de no haberse fijado, podría intuir que éstos estaban en el piso superior, junto al resto de ésa materia.
Para cuando bajó, la situación seguía sostenible. No parecía haberse armado ningún tipo de alboroto entre tanto. Dejó los libros ante la rubia, y ésta pareció contentarse gratamente —Muchas gracias, vieja. Agradeció, a su manera. Sin perder un segundo, la rubia comenzó a leer el primero que pilló. Sin duda, había una infante que iba a estar entretenida por un buen rato.
La pelirroja que golpeaba sutilmente sus muslos con las palmas, en discretos sonidos, cesó por un instante su interlocución. Alzó la mano, y miró innegablemente a la peliplateada. Ésta parecía requerir de su ayuda, o simplemente buscaba otra cosa.
—Hola. Disculpa, señorita genin, pero... ¿podrías decirme donde puedo encontrar un libro sobre matemáticas avanzadas?
Si la chica se había fijado, la mayoría estaban en posesión del hijo de la señora Otoshino, e incluso de no haberse fijado, podría intuir que éstos estaban en el piso superior, junto al resto de ésa materia.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)