5/02/2018, 01:18
Al tratar la zona donde había sido golpeada, la kunoichi pareció distenderse ligeramente, como la mayoría hacía al sentir el agradable cosquilleo que producía la Palma Mística.
Dejaría escapar instantes más tarde un suspiro en respuesta a lo comentado en relación a la ardilla.
—Esperemos que no pongan sus manos sobre la ardilla.
Diría mientras se ponía de pie junto a él.
—Son animales astutos, así que estará bien, espero...
Como si le hubiese leido la mente, la muchacha dejó escapar de sus labios las palabras que el médico estaba a punto de decir. Solo pudo atinar entonces a llevar una mano hasta su cabeza y acomodar su peinado, quizás sería necesario por la carrera que había hecho.
—¿Crees que deberíamos ir tras ellos? Después de todo, son bandidos y pueden estar causando molestias por el lugar...
Manase Mogura miró a ambos lados del camino, no había señal alguna de su clon.
—Preciso todavía una respuesta por parte de uno de esos hombres.
Dijo el médico, en referencia a la pregunta que le había hecho al aparente líder sobre la herida de la ardilla.
—Recomiendo de igual manera cuidado al seguir su pista, podrían no estar trabajando solos.
Advirtió sobre aquella posibilidad. Seguidamente abrió nuevamente su paraguas para cubrirse de la luz del sol.
—Se fueron por esta dirección, kunoichi-dono.
Comentó mientras comenzaba a seguir el camino que habían tomado los maleantes.
Dejaría escapar instantes más tarde un suspiro en respuesta a lo comentado en relación a la ardilla.
—Esperemos que no pongan sus manos sobre la ardilla.
Diría mientras se ponía de pie junto a él.
—Son animales astutos, así que estará bien, espero...
Como si le hubiese leido la mente, la muchacha dejó escapar de sus labios las palabras que el médico estaba a punto de decir. Solo pudo atinar entonces a llevar una mano hasta su cabeza y acomodar su peinado, quizás sería necesario por la carrera que había hecho.
—¿Crees que deberíamos ir tras ellos? Después de todo, son bandidos y pueden estar causando molestias por el lugar...
Manase Mogura miró a ambos lados del camino, no había señal alguna de su clon.
—Preciso todavía una respuesta por parte de uno de esos hombres.
Dijo el médico, en referencia a la pregunta que le había hecho al aparente líder sobre la herida de la ardilla.
—Recomiendo de igual manera cuidado al seguir su pista, podrían no estar trabajando solos.
Advirtió sobre aquella posibilidad. Seguidamente abrió nuevamente su paraguas para cubrirse de la luz del sol.
—Se fueron por esta dirección, kunoichi-dono.
Comentó mientras comenzaba a seguir el camino que habían tomado los maleantes.
Hablo - Pienso