6/02/2018, 01:01
Y entonces me vi inmerso en mis pensamientos, así con la mirada pérdida en el horizonte y estaba ajeno a todo estímulo externo, o casi todo, hasta que una ola de agua hizo estremecer mi cuerpo, sacudí mi cabeza y mi cuerpo expulsando las gotas del líquido a todas las direcciones posibles.
—Lo siento, estoy aquí.— Afirmé una vez mi atención retornó a los importante del momento.
—Habrá que hacer todo lo posible para que vuelva con ambas a Amegakure, Shokichi-san.
"¿Querías amputar? Que apresurado Mogura..."
Y entonces mi homologo ajustó aún más el torniquete. "¿Qué hace?" Ahora empezaba a pensar que el juicio del shinobi estaba fallando, tenía un lapsus o desvariaba, no sabía cual de todas era, lo importante es que yo estaba ahí para obrar de una manera mejor.
—Inoue-san, asistiré en la limpieza pero será menester que trates la herida con Ninjutsu. Afirmó con seguridad, pero su ayuda llegaría hasta ahí.
—Agradezco tu apoyo, realmente no es necesario, puedo encargarme sólo de esto, por lo menos hasta que mi chakra me lo permita.— Traté de sonar lo menos grosero posible ante los ojos del pelinegro, y de los demás presentes.
De la misma manera me acerqué a la zona en donde había estaba puesto el torniquete y lo deshice, luego acerqué mis labios a la oreja de mi compañero. —Para realizar una cura no se amerita torniquete.— Susurré nada más para él, simplemente quería recordarselo, por lo menos para que no lo quisiera intentar en un próximo paciente.
—Cuando me esté quedando sin chakra te lo haré saber.— Aseguré mientras empezaba a sacar los implementos necesarios: tapabocas, guantes, gasas, solución. —Sí me permites.— Expresé solicitando su lugar, realmente era el más cómodo para iniciar la labor.
Una vez Manase se hubiese desplazado habilité un campo estéril para manejar con más facilidad, me puse los guantes y el tapabocas. —Bien, anestesiaré el área para que no sientas nada de dolor y todo sea más sencillo, será cuestión de unos escasos minutos.— Dije con seguridad, luego posé mi palma derecha justo en la lesión y ésta empezó a brillar.
—Sí sientes alguna molestia me avisas, empezaré la cura.— Notifiqué el inicio del proceder, primeramente agarré un par de gasas y empecé a hacer presión en el vaso sangrante, debía detener la hemorragia para empezar a limpiar. —Bueno, después de detener la hemorragia.— Sonreí por debajo del plástico.
Una vez la sangre cesara aplicaría solución y me encargaría de desinfectar la herida.
—Lo siento, estoy aquí.— Afirmé una vez mi atención retornó a los importante del momento.
—Habrá que hacer todo lo posible para que vuelva con ambas a Amegakure, Shokichi-san.
"¿Querías amputar? Que apresurado Mogura..."
Y entonces mi homologo ajustó aún más el torniquete. "¿Qué hace?" Ahora empezaba a pensar que el juicio del shinobi estaba fallando, tenía un lapsus o desvariaba, no sabía cual de todas era, lo importante es que yo estaba ahí para obrar de una manera mejor.
—Inoue-san, asistiré en la limpieza pero será menester que trates la herida con Ninjutsu. Afirmó con seguridad, pero su ayuda llegaría hasta ahí.
—Agradezco tu apoyo, realmente no es necesario, puedo encargarme sólo de esto, por lo menos hasta que mi chakra me lo permita.— Traté de sonar lo menos grosero posible ante los ojos del pelinegro, y de los demás presentes.
De la misma manera me acerqué a la zona en donde había estaba puesto el torniquete y lo deshice, luego acerqué mis labios a la oreja de mi compañero. —Para realizar una cura no se amerita torniquete.— Susurré nada más para él, simplemente quería recordarselo, por lo menos para que no lo quisiera intentar en un próximo paciente.
—Cuando me esté quedando sin chakra te lo haré saber.— Aseguré mientras empezaba a sacar los implementos necesarios: tapabocas, guantes, gasas, solución. —Sí me permites.— Expresé solicitando su lugar, realmente era el más cómodo para iniciar la labor.
Una vez Manase se hubiese desplazado habilité un campo estéril para manejar con más facilidad, me puse los guantes y el tapabocas. —Bien, anestesiaré el área para que no sientas nada de dolor y todo sea más sencillo, será cuestión de unos escasos minutos.— Dije con seguridad, luego posé mi palma derecha justo en la lesión y ésta empezó a brillar.
—Sí sientes alguna molestia me avisas, empezaré la cura.— Notifiqué el inicio del proceder, primeramente agarré un par de gasas y empecé a hacer presión en el vaso sangrante, debía detener la hemorragia para empezar a limpiar. —Bueno, después de detener la hemorragia.— Sonreí por debajo del plástico.
Una vez la sangre cesara aplicaría solución y me encargaría de desinfectar la herida.