8/02/2018, 17:21
Riko se acostó en una de las camas que quedaban libres una vez Karamaru se lanzó a la suya y rápidamente, e influido por la comida que aún se almacenaba en su estómago, el sueño se fue haciendo dueño de él hasta que cayó completamente dormido.
En un momento dado, unos movimientos le despertaron, era el calvo que le zarandeaba con cuidado para traerle al mundo real, a lo que el peliblanco respondió con una especie de gruñido que significaba ''¿qué hora es?''. Pero al parecer el amenio no tenía ni idea tampoco, por lo que ambos deberían darse prisa por si acaso. Se limpió la baba que le había quedado en la comisura del labio con la mano, se desperezó y se levantó para lavarse un poco la cara y espabilarse.
— Venga, estoy listo, vamos.
Siguiendo al calvo, pasaron por los pisos pertinentes, todos ellos claramente vacíos por lo que las sospechas de que se habían quedado dormidos se confirmaban poco a poco, por lo que apuraron aún más el paso hasta que, casi al final del recorrido empezaron a escuchar unos berridos agudos que sin duda serían capaces de dejar sordo al que se atreviese a acercarse mucho.
«Joder, vaya vozarrón.»
Cuando llegaron a su destino pudieron ver que la sala estaba abarrotada de gente, hasta tal punto que únicamente había dos sitios, uno a cada lado de...
«Kagawa...»
Aquello podía ser bueno, pero no le apetecía demasiado compartir su espacio con él, aunque tenía curiosidad, una curiosidad que podría saciar si aprovechaba el momento y le hacía unas cuantas preguntas, por lo que avanzaron hacia donde estaba.
—Vamos uno a cada lado, y estate atento al otro que no lo veo.
Riko asintió y, cuando llegaron al lugar, se sentó en una de las sillas vacías al lado de Kagawa.
—Compañeros, veo que les falta el mérito de la puntualidad, menos mal que llegaron para la mejor parte.
Riko le miró, tratando de no mostrar que se acababa de despertar.
— Estábamos resolviendo unos asuntos. — Mintió. — Además, este tipo de obras no me gustan mucho. — Se encogió de hombros, como si no pasara nada. — ¿Qué te parece si nos cuentas ahora de qué va todo eso que nos habéis contado antes? — Dijo en un tono para que el hombre le escuchara pero para ponérselo difícil a quien tratara de poner la oreja.
En un momento dado, unos movimientos le despertaron, era el calvo que le zarandeaba con cuidado para traerle al mundo real, a lo que el peliblanco respondió con una especie de gruñido que significaba ''¿qué hora es?''. Pero al parecer el amenio no tenía ni idea tampoco, por lo que ambos deberían darse prisa por si acaso. Se limpió la baba que le había quedado en la comisura del labio con la mano, se desperezó y se levantó para lavarse un poco la cara y espabilarse.
— Venga, estoy listo, vamos.
Siguiendo al calvo, pasaron por los pisos pertinentes, todos ellos claramente vacíos por lo que las sospechas de que se habían quedado dormidos se confirmaban poco a poco, por lo que apuraron aún más el paso hasta que, casi al final del recorrido empezaron a escuchar unos berridos agudos que sin duda serían capaces de dejar sordo al que se atreviese a acercarse mucho.
«Joder, vaya vozarrón.»
Cuando llegaron a su destino pudieron ver que la sala estaba abarrotada de gente, hasta tal punto que únicamente había dos sitios, uno a cada lado de...
«Kagawa...»
Aquello podía ser bueno, pero no le apetecía demasiado compartir su espacio con él, aunque tenía curiosidad, una curiosidad que podría saciar si aprovechaba el momento y le hacía unas cuantas preguntas, por lo que avanzaron hacia donde estaba.
—Vamos uno a cada lado, y estate atento al otro que no lo veo.
Riko asintió y, cuando llegaron al lugar, se sentó en una de las sillas vacías al lado de Kagawa.
—Compañeros, veo que les falta el mérito de la puntualidad, menos mal que llegaron para la mejor parte.
Riko le miró, tratando de no mostrar que se acababa de despertar.
— Estábamos resolviendo unos asuntos. — Mintió. — Además, este tipo de obras no me gustan mucho. — Se encogió de hombros, como si no pasara nada. — ¿Qué te parece si nos cuentas ahora de qué va todo eso que nos habéis contado antes? — Dijo en un tono para que el hombre le escuchara pero para ponérselo difícil a quien tratara de poner la oreja.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»