10/02/2018, 19:58
Y; mientras Daruu contaba aquello, Kaido no podía parar de imaginarse a sí mismo en aquel escenario de destrucción. Rodeado de la incertidumbre, del miedo irrefutable a la muerte. Siendo incapaz de hacer apenas nada, esperando una ayuda que no iba a llegar. Siendo una pequeña hormiga, inútil e inexistente frente a una enorme bestia de tamaños colosales, que relinchaba salvajemente y pataleaba como corcel indomable mientras trataba de romper las riendas que significaban su opresión. Su adiestramiento. El de ella y de los otros ocho.
De pronto, se sintió inexorablemente comprensivo. Pensó en la carga que debía suponer llevar a semejante cosa en el interior de uno. No tenía que ser una tarea sencilla, y menos cuando eras una cáscara tan frágil como la actual guardiana.
Se chupó los dientes, y quitó la mirada del cristal. Luego mordió su pizza, también.
—¿Sabes, Kaido? Eres un bocazas y un arrogante de pelotas, pero eres un buen amigo. Eres un colega.
—!Oh! Pare, usted! —bromeó, con tono de fresa estirada, arrojando su mano en un deje para restarle importancia a los halagos—. va a hacer que me "moradice". ¿Lo pillas? porque yo no me sonrojo, yo me pongo morado. Porque soy azul. ¿Lo pillas? ¿no?
Se rió sólo de su chiste, realmente le había hecho mucha gracia decir aquello.
—Bueno, coño, tú también eres un buen tipo. Y es que no me extraña, supongo que todo es obra de la buena de tu madre. Es una muy buena mujer. Me ayudó, sabes, mientras estábamos buscando a Mogura. Es una kunoichi genial, quisiera yo tener una jodida mamá tan cool como ella. Debes estar agradecido.
De pronto, se sintió inexorablemente comprensivo. Pensó en la carga que debía suponer llevar a semejante cosa en el interior de uno. No tenía que ser una tarea sencilla, y menos cuando eras una cáscara tan frágil como la actual guardiana.
Se chupó los dientes, y quitó la mirada del cristal. Luego mordió su pizza, también.
—¿Sabes, Kaido? Eres un bocazas y un arrogante de pelotas, pero eres un buen amigo. Eres un colega.
—!Oh! Pare, usted! —bromeó, con tono de fresa estirada, arrojando su mano en un deje para restarle importancia a los halagos—. va a hacer que me "moradice". ¿Lo pillas? porque yo no me sonrojo, yo me pongo morado. Porque soy azul. ¿Lo pillas? ¿no?
Se rió sólo de su chiste, realmente le había hecho mucha gracia decir aquello.
—Bueno, coño, tú también eres un buen tipo. Y es que no me extraña, supongo que todo es obra de la buena de tu madre. Es una muy buena mujer. Me ayudó, sabes, mientras estábamos buscando a Mogura. Es una kunoichi genial, quisiera yo tener una jodida mamá tan cool como ella. Debes estar agradecido.