10/02/2018, 22:40
— No tenemos por qué llegar a las manos, podéis dejarnos ir tranquilamente y aquí no ha pasado nada, no os perseguiremos y os dejaremos en paz, pero vosotros haréis lo mismo, ¿qué os parece?
Las palabras de Riko y sus acciones iban en direcciones diametralmente opuestas. Los bandidos podrían ser pocos y algo estúpidos, igual no entendían el Ninjutsu, pero tampoco les hacía ninguna falta para saber que si el shinobi hacía un sello con sus manos era porque iban a ocurrir cosas malas.
— Tú lo has querido.
Y con esa oración cliché, repetida por toda la eternidad, en todos los multiversos, por todos los malos que han existido, la katana del bandido se dirigió al Riko real. Por suerte, ahí estaba Shin Fu, su cliente, para detenerla con su palo. La hoja se hundió en la madera hasta la mitad del grosor.
A diferencia de él, la mujer se preocupó más del Riko falso, lanzándole varios cuchillos arrojadizos que acabarían con su efímera vida si no espabilaba.
Las palabras de Riko y sus acciones iban en direcciones diametralmente opuestas. Los bandidos podrían ser pocos y algo estúpidos, igual no entendían el Ninjutsu, pero tampoco les hacía ninguna falta para saber que si el shinobi hacía un sello con sus manos era porque iban a ocurrir cosas malas.
— Tú lo has querido.
Y con esa oración cliché, repetida por toda la eternidad, en todos los multiversos, por todos los malos que han existido, la katana del bandido se dirigió al Riko real. Por suerte, ahí estaba Shin Fu, su cliente, para detenerla con su palo. La hoja se hundió en la madera hasta la mitad del grosor.
A diferencia de él, la mujer se preocupó más del Riko falso, lanzándole varios cuchillos arrojadizos que acabarían con su efímera vida si no espabilaba.