11/02/2018, 22:31
Cuando el médico levantó la cabeza para recuperar la postura, se encontraría con la mirada del maestro, examinandolo detalladamente. No emitió comentario alguno sino hasta pasado unos segundos más.
—Os doy la bienvenida a todos, jóvenes. Este edificio que tengo detrás mía es donde ustedes residirán durante estos días. En la primera planta encontrarán sus habitaciones, con sus nombres ya escritos en el casillero junto a la puerta.
Y fue entonces que detuvo su mirada un instante sobre su persona nuevamente.
—En su caso, Mogura-san, podrá tomar la de Hidehisa-san.
Prácticamente al momento asintió con un gesto de su cabeza afirmativamente. Parecía que a fin de cuentas podría quedarse en el predio y hasta quizás realizar el entrenamiento.
»Ahora si son tan amables, vayan a dejar sus bolsos y acomódense. El viaje debe haber sido largo. En las habitaciones encontrarán todo lo necesario, y en la sala principal se sirve el almuerzo exactamente a las doce y media.
El reloj marcando la hora, la pronta hora, se reveló frente al grupo. No tenían mucho tiempo realmente, pero ese sería el precio de llegar tarde probablemente.
—Es decir, dentro de veinte minutos.
Una vez hubiesen almorzado tendría que ir al Dojo, una enorme construcción situada al otro extremo del lugar. Tenían en total una hora desde que la comida fuese servida para presentarse en aquel lugar, no tenían tiempo casi para comer tampoco.
Manase Mogura no demoraría mucho más en retirarse a la habitación destinada a hospedarlo una vez Hisui-sensei dejase de hablar. No estaba entre sus planes perderse la comida.
Un par de minutos antes de que el reloj marcase las doce y media, el chuunin se presentaría en el lugar acordado para tomar un lugar vacío.
—Itadakimasu.
Diría por lo bajo haciendo una ligera reverencia en señal de respeto a los encargados de que aquella comida estuviese servida para él. Sin demorar más, tomaría un par de palillos y se serviría un poco de cada cosa disponible en el menú, su elección de bebida sería desde luego té verde.
La manera de comer del médico consistió entonces en tomar pequeñas porciones de las diferentes opciones y comerlas junto con un poco de arroz.
—Os doy la bienvenida a todos, jóvenes. Este edificio que tengo detrás mía es donde ustedes residirán durante estos días. En la primera planta encontrarán sus habitaciones, con sus nombres ya escritos en el casillero junto a la puerta.
Y fue entonces que detuvo su mirada un instante sobre su persona nuevamente.
—En su caso, Mogura-san, podrá tomar la de Hidehisa-san.
Prácticamente al momento asintió con un gesto de su cabeza afirmativamente. Parecía que a fin de cuentas podría quedarse en el predio y hasta quizás realizar el entrenamiento.
»Ahora si son tan amables, vayan a dejar sus bolsos y acomódense. El viaje debe haber sido largo. En las habitaciones encontrarán todo lo necesario, y en la sala principal se sirve el almuerzo exactamente a las doce y media.
El reloj marcando la hora, la pronta hora, se reveló frente al grupo. No tenían mucho tiempo realmente, pero ese sería el precio de llegar tarde probablemente.
—Es decir, dentro de veinte minutos.
Una vez hubiesen almorzado tendría que ir al Dojo, una enorme construcción situada al otro extremo del lugar. Tenían en total una hora desde que la comida fuese servida para presentarse en aquel lugar, no tenían tiempo casi para comer tampoco.
Manase Mogura no demoraría mucho más en retirarse a la habitación destinada a hospedarlo una vez Hisui-sensei dejase de hablar. No estaba entre sus planes perderse la comida.
Un par de minutos antes de que el reloj marcase las doce y media, el chuunin se presentaría en el lugar acordado para tomar un lugar vacío.
—Itadakimasu.
Diría por lo bajo haciendo una ligera reverencia en señal de respeto a los encargados de que aquella comida estuviese servida para él. Sin demorar más, tomaría un par de palillos y se serviría un poco de cada cosa disponible en el menú, su elección de bebida sería desde luego té verde.
La manera de comer del médico consistió entonces en tomar pequeñas porciones de las diferentes opciones y comerlas junto con un poco de arroz.
Hablo - Pienso