11/02/2018, 23:13
Kaido se sintió muy halagado por las palabras de Daruu.
—Va a hacer que me "moradice". ¿Lo pillas? porque yo no me sonrojo, yo me pongo morado. Porque soy azul. ¿Lo pillas? ¿no?
Daruu lanzó una carcajada tremenda y se atragantó con el último bocado de pizza. Tosió varias veces y tuvo que echar la espalda hacia atrás y apoyarse en su saco de dormir. Luego, continuó riendo de buena gana, aunque el chiste era muy malo, simplemente porque le había cogido con la guardia muy baja.
—Ay, ay... —Se reincorporó, se limpió una lagrimilla, y siguió escuchando a su colega.
—Bueno, coño, tú también eres un buen tipo. Y es que no me extraña, supongo que todo es obra de la buena de tu madre. Es una muy buena mujer. Me ayudó, sabes, mientras estábamos buscando a Mogura. Es una kunoichi genial, quisiera yo tener una jodida mamá tan cool como ella. Debes estar agradecido.
Daruu se sonrojó y se acarició la parte de detrás de la cabeza, avergonzado y halagado, él esta vez.
—No me puedo quejar —dijo—, y seguro que si le digo que has dicho eso de ella te regale un buen trozo de bizcocho la próxima vez que te pases por la cafetería. —Le dio un bocado a su trozo de pizza, y luego preguntó, distraído—: Oye, y a todo esto. ¿Y tu familia? —Daruu sabía que este tipo de preguntas, entre los shinobi, solía ser un asunto delicado. De modo que añadió sin pensárselo—: ¿Tienes a alguien? ¿Madre, padre? ¿Algún pariente?
—Va a hacer que me "moradice". ¿Lo pillas? porque yo no me sonrojo, yo me pongo morado. Porque soy azul. ¿Lo pillas? ¿no?
Daruu lanzó una carcajada tremenda y se atragantó con el último bocado de pizza. Tosió varias veces y tuvo que echar la espalda hacia atrás y apoyarse en su saco de dormir. Luego, continuó riendo de buena gana, aunque el chiste era muy malo, simplemente porque le había cogido con la guardia muy baja.
—Ay, ay... —Se reincorporó, se limpió una lagrimilla, y siguió escuchando a su colega.
—Bueno, coño, tú también eres un buen tipo. Y es que no me extraña, supongo que todo es obra de la buena de tu madre. Es una muy buena mujer. Me ayudó, sabes, mientras estábamos buscando a Mogura. Es una kunoichi genial, quisiera yo tener una jodida mamá tan cool como ella. Debes estar agradecido.
Daruu se sonrojó y se acarició la parte de detrás de la cabeza, avergonzado y halagado, él esta vez.
—No me puedo quejar —dijo—, y seguro que si le digo que has dicho eso de ella te regale un buen trozo de bizcocho la próxima vez que te pases por la cafetería. —Le dio un bocado a su trozo de pizza, y luego preguntó, distraído—: Oye, y a todo esto. ¿Y tu familia? —Daruu sabía que este tipo de preguntas, entre los shinobi, solía ser un asunto delicado. De modo que añadió sin pensárselo—: ¿Tienes a alguien? ¿Madre, padre? ¿Algún pariente?