14/02/2018, 01:39
—Creo que esa es una buena aproximación —afirmo, suponiendo que, al igual que los fantasmas, era algo de existencia dudosa, pero que de todas formas podía hacer daño.
Los minutos pasaron; y el joven de ojos grises se sentía mucho mejor respecto a sus heridas y condición en general…, pese a que seguía teniendo mucho frio.
—Me parece que ya es hora de ponernos en marchar —sugirió.
—¿Seguros? No creo que haya pasado suficiente tiempo como para que repusieran sus reservas de chakra —señalo el anciano.
—Creo que hemos recargado el suficiente como para afrontar alguna posible eventualidad.
—¡Me tomáis el pelo! ¿Qué pasara si nos encontramos con otro guerrero Seltkalt?
Ahora el tono del Sarutobi denotaba cierta irritación, quizás una forma de disimular lo preocupado que estaba por su seguridad y la de su asistente.
—Creo que mi compañero aquí presente estará de acuerdo con evitar cualquier posible enfrentamiento —dijo, girándose para ver a Keisuke—: Si algo me ha dejado claro la reciente batalla, es que no seremos capaces de luchar con otro sujeto como aquel… De encontrarnos con otro solo nos quedaría huir…
Él lo tenía bastante claro; arrojarse a otro combate como aquel seria poco menos que un suicidio. Además, su principal interés no era el de servirles como soldado o guardaespaldas; era llegar al hotel, encontrar a su acompañante y alejarse lo más posible de aquel conflicto. Lo demás, el acompañar a Sepayauitl y otros, era solo una cuestión de forzosa casualidad.
Los minutos pasaron; y el joven de ojos grises se sentía mucho mejor respecto a sus heridas y condición en general…, pese a que seguía teniendo mucho frio.
—Me parece que ya es hora de ponernos en marchar —sugirió.
—¿Seguros? No creo que haya pasado suficiente tiempo como para que repusieran sus reservas de chakra —señalo el anciano.
—Creo que hemos recargado el suficiente como para afrontar alguna posible eventualidad.
—¡Me tomáis el pelo! ¿Qué pasara si nos encontramos con otro guerrero Seltkalt?
Ahora el tono del Sarutobi denotaba cierta irritación, quizás una forma de disimular lo preocupado que estaba por su seguridad y la de su asistente.
—Creo que mi compañero aquí presente estará de acuerdo con evitar cualquier posible enfrentamiento —dijo, girándose para ver a Keisuke—: Si algo me ha dejado claro la reciente batalla, es que no seremos capaces de luchar con otro sujeto como aquel… De encontrarnos con otro solo nos quedaría huir…
Él lo tenía bastante claro; arrojarse a otro combate como aquel seria poco menos que un suicidio. Además, su principal interés no era el de servirles como soldado o guardaespaldas; era llegar al hotel, encontrar a su acompañante y alejarse lo más posible de aquel conflicto. Lo demás, el acompañar a Sepayauitl y otros, era solo una cuestión de forzosa casualidad.