17/02/2018, 19:04
Dadas las diversas paradas que habían sufrido los muchachos lo que podrían haber hecho en cinco minutos habían acabado haciéndolo en media hora.
Lo cual se traducía en que la herida que estaba curando Keisuke ya iba empezando a parecer solo grave, y no casi para amputar. El hombre ni se movía ni se quejaba pero no apartaba la mirada de la luz verdosa que emanaban las manos del médico.
Ryu se giró para encarar al renacido Mogura, y se llevó la mano a la barbilla con aire pensativo.
— Hemos vendado las heridas más superficiales y no creo que los primeros necesiten atención médico. Empezaría por... oh, Hachiko-san sí que...
El ruido de la puerta abriéndose bruscamente y el sonido de la misma chocando contra la pared al abrirse del todo hizo que toda la sala se girara para ver qué noticias traía su superior. Aunque todos sabían que esas noticias no podían ser más que malas. Saigo aún llevaba el delantal que se había puesto para no ensuciarse cocinando, el cual se quitó violentamente y lo tiró a una esquina de la habitación
— Ryu, Mogura, Keisuke y Karamaru, conmigo. Los que podais moveros estaos alerta, alguien con un poder notable está cerca de la cueva. Si nos están buscando no tardaran en encontrarnos, es la hora de iros. Vamos, Aki ya está fuera esperando.
Dicho eso se daría media vuelta y se dirigiría a la sala por donde habían entrado, esperando a que le siguiesen. Ryu fue el primero en reaccionar.
— Vamos, chicos. Keisuke, deja eso. Lo primero es que volváis a la villa sanos y salvos.
Le puso una mano en el hombro al médico esperando que este cortara la técnica y siguiese a Saigo, mientras le hacía una seña a los otros dos para que hiciesen lo propio.
Lo cual se traducía en que la herida que estaba curando Keisuke ya iba empezando a parecer solo grave, y no casi para amputar. El hombre ni se movía ni se quejaba pero no apartaba la mirada de la luz verdosa que emanaban las manos del médico.
Ryu se giró para encarar al renacido Mogura, y se llevó la mano a la barbilla con aire pensativo.
— Hemos vendado las heridas más superficiales y no creo que los primeros necesiten atención médico. Empezaría por... oh, Hachiko-san sí que...
El ruido de la puerta abriéndose bruscamente y el sonido de la misma chocando contra la pared al abrirse del todo hizo que toda la sala se girara para ver qué noticias traía su superior. Aunque todos sabían que esas noticias no podían ser más que malas. Saigo aún llevaba el delantal que se había puesto para no ensuciarse cocinando, el cual se quitó violentamente y lo tiró a una esquina de la habitación
— Ryu, Mogura, Keisuke y Karamaru, conmigo. Los que podais moveros estaos alerta, alguien con un poder notable está cerca de la cueva. Si nos están buscando no tardaran en encontrarnos, es la hora de iros. Vamos, Aki ya está fuera esperando.
Dicho eso se daría media vuelta y se dirigiría a la sala por donde habían entrado, esperando a que le siguiesen. Ryu fue el primero en reaccionar.
— Vamos, chicos. Keisuke, deja eso. Lo primero es que volváis a la villa sanos y salvos.
Le puso una mano en el hombro al médico esperando que este cortara la técnica y siguiese a Saigo, mientras le hacía una seña a los otros dos para que hiciesen lo propio.