27/02/2018, 08:14
El recepcionista aseveró su rostro. Con la ayuda de un dedo, se recolocó las gafas de media luna, y levantó la vista de los papeles. Se la sostuvo un corto lapso de tiempo.
—Sufrió un infarto esta misma mañana —dijo—. Si quieres verle, está en la habitación 428, pero por favor, kunoichi. No sé si el viejo Ryū ha hecho algo malo, pero déjelo morir en paz.
»Porque creo que se esta no sale...
—Sufrió un infarto esta misma mañana —dijo—. Si quieres verle, está en la habitación 428, pero por favor, kunoichi. No sé si el viejo Ryū ha hecho algo malo, pero déjelo morir en paz.
»Porque creo que se esta no sale...