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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#31
Al fin estaba en frente a la herrería que tanto había buscado, su cuerpo se había acostumbrado ya al crudo invierno Amegakurense, que cuando entro y sintió el calor de las forjas le hizo sentir mareada.
Habia gente trabajando, los clásicos hombres forzudos cargando cosas de aquí para allá mientras la kunoichi, por su parte, esquivaba mientras avanzaba en el caluroso lugar. Un cincuentón le sonrió desde detrás de un mostrador, y saludó con la mano intentando hacerse ver entre tantos empleados.

—¡Eh, hola, hola! —gritó—. ¿¡Qué deseas!?

-Hola señor! Estoy buscando al señor Yamauchi. es por una espada llamada "Escarlata"- respondió al hombre que le había llamado para atenderla
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#32
El hombre cerró los ojos, se cruzó de brazos, sonrió y asintió dos veces. Se señaló a sí mismo con el pulgar de la mano izquierda.

Ese mismo soy yo —dijo—. Ah... la espada del viejo Ryū-dono... Es un buen cliente. Siempre está pidiéndome todo tipo de encargos. Pero este ha sido difícil. Muy difícil. —Se agachó bajo el escritorio y sacó un pequeño paquete envuelto en una tela. Lo desenvolvió con mucho cuidado. Rebeló una espada, no más grande que una wakizashi, de un color rojo profundo. El filo era plateado, como el de una katana normal. La empuñadura era negra—. Los materiales han sido muy difíciles de encontrar. Ryū-dono insistió mucho en que no se replicaran con otros más baratos, y de hecho pagó bastante para que así fuera. La verdad, ¡no sé si ha merecido la pena, he tenido que enviar ayudantes a la otra punta de Oonindo!

»La espada no venía en ninguna vaina, y no sé si el viejo Ryū querría que así fuese, de modo que tendrás que llevártela envuelta en la tela. Cuídala, ¿eh? ¡Y dale un saludo al viejo de mi parte!
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#33
Ese mismo soy yo —dijjo «Que bueno que al fin lo encontré» se dijo la kunoichi para si misma —. Ah... la espada del viejo Ryū-dono... Es un buen cliente. Siempre está pidiéndome todo tipo de encargos. Pero este ha sido difícil. Muy difícil. — El hombre se agachó para sacar de abajo del escritorio un objeto envuelto en tela, el cual desenvolvio con mucho cuidado, que dejaria ver una espada aproximadamente del tamaño de una Wakizaki —. Los materiales han sido muy difíciles de encontrar. Ryū-dono insistió mucho en que no se replicaran con otros más baratos, y de hecho pagó bastante para que así fuera. La verdad, ¡no sé si ha merecido la pena, he tenido que enviar ayudantes a la otra punta de Oonindo! «Ahora entiendo porque tan especial ¿Que tipo de materiales tendra?» se preguntaba la rubia mirando la espada -Veo que ha sido muy costoso su arreglo- dijo la chica tomando el arma y envolviendola nuevamente

»La espada no venía en ninguna vaina, y no sé si el viejo Ryū querría que así fuese, de modo que tendrás que llevártela envuelta en la tela. Cuídala, ¿eh? ¡Y dale un saludo al viejo de mi parte!

-Si, la tendré que llevar por debajo de la capa para cuidarla de la lluvia- respondio la kunoichi, quien, con una mano pegaba la espada a su pecho y con la otra cerraba la capa para que no le diera el agua -Sus saludos serán dados Yamauchi-dono!- haría una respetuosa reverencia al herrero y saldria hacia la calle para emprender el regreso hacia el local de Ryu-dono
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#34
Reika se despidió de Yamauchi y salió de la herrería, dispuesta a volver al local de Ryū y completar la misión. ¿Una tarea sencilla, verdad? Aunque por todo el camino, sintió un extraño cosquilleo en la nuca... algo que le decía que una pieza del puzzle no cuadraba.

La descubrió cuando se plantó frente a la tienda de armamento de nuevo.

Y cuando, de nuevo, descubrió que estaba cerrado, presentando el mismo aspecto que cuando ella y otro ninja habían abierto la puerta, preocupados de que algo hubiera pasado.
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#35
La kunoichi nuevamente sintió el cambio de temperatura al salir del local, solo quedaba la fase final de su misión: Entregar al final la Escarlata a su dueño. Con la hoja protegida de los elementos, la chica avanzó esquivando charcos del suelo asfaltado de Amegakure, pero por alguna razón sentía que no estaban las cosas del todo bien.

Más que nada, cuando al fin llegó al local de Ryū y todo estaba tal cual como Kame, el Chunin y la misma Reika lo habían dejado -¡Ryū-dono! - le intentó llamar alzando un poco la voz, por su rostro, la rubia estaba claramente preocupada -Vieja de mierda....Más te vale que no le hagas daño-
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#36
No obtuvo respuesta alguna.
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#37
Los pelos de la nuca de la kunoichi comenzaron a encresparse por el enojo que le causaba el hecho de que lo mas probable fuera que aquella vieja le haga algo malo al hombre «¿A Tanto llego por tan solo una dirección equivocada?»- pensaba la chica en su interior, no entendía porque tanta saña por una nimiedad, mientras tanto, hizo con la mano libre el sello necesario para iniciar su técnica de espionaje.

Una vez creada la mariposa, intentó pasarla por la rendija que quedaba por debajo de la puerta y observar el interior del local «Recorreré el local del señor Ryu, buscaré cualquier cosa que me sirva, quiza solo este pensando mal y este ocupado haciendo otra cosa» se intentó auto-convencer la joven kunoichi esperando de que realmente el viejo Ryu no le este pasando nada malo.



PV:

110/110


CK:

140/150

-10
reg. dividida



¤ Yamanaka Ichizoku no Cho Me
¤ Ojo Mariposa del Clan Yamanaka
- Tipo: Apoyo
- Rango: C
- Requisitos: Yamanaka 25
- Gastos: 10 CK (divide regen. de chakra)
- Daños: -
- Efectos adicionales: Espiar a distancia, el usuario queda ciego de un ojo
- Sellos: Carnero (Una mano) (Ver descripción)
- Velocidad: Instantánea (Creación de la mariposa), Rápida (Movimiento de la mariposa)
- Alcance y dimensiones: 20 metros, 5 centímetros la mariposa
Es una técnica en la cual el usuario puede crear con su propio chakra una mariposa conectada al sistema óptico de uno de sus ojos con el objetivo de ver a través de ella y con total control sobre sus movimientos, usado para el espionaje y seguimiento a personas desde la distancia.
La pega de esta técnica es que el ojo físico conectado a la mariposa queda completamente ciego mientras la técnica esta activa.

(Inteligencia < 30) El usuario debe quedarse completamente quieto mientras maneja a la mariposa y debe mantener el sello del Carnero con una mano.

(Inteligencia < 60) El usuario puede moverse libremente pero debe mantener el sello del Carnero con una mano.

(Inteligencia > 60) El usuario puede moverse libremente y no necesita mantener el sello del Carnero.
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#38
Reika creó una bonita mariposa con su chakra, que introdujo por la rendija de la puerta. Tras un corto vuelo de exploración volvería a comprobar los detalles que ya sabía: el perchero estaba derribado y todo patas arriba, como si alguien hubiera salido corriendo de allí. No había signos de violencia.

Si se adentraba aún más, a la trastienda, vería las armas guardadas a mares en los estantes, soportes y baúles abiertos, pero también un detalle que a simple vista no habrían podido observar: el botiquín de las medicinas estaba abierto, y había varios frascos tirados por el suelo, como si alguien hubiera estado rebuscando con urgencia.
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#39
Las cosas estaban de la misma manera que como lo habían hallado anteriormente junto al Chuunin, el perchero y varias cosas patas arriba, mirando las cosas un poco mas tranquila y con detenimiento notó que no habías signos de violencia «Ya te lo había dicho el Chuunin y sigues especulando cualquier cosa» se dijo a si misma, sobretodo, luego de una inspección por la trastienda en donde vio el botiquín como si lo hubiesen revisado con urgencia «¿Le habra pasado algo a el o a su asistente y debieron ir al hospital?¿Accidente quizá?» se dijo a si misma al tiempo que deshacía la técnica y dirigía su caminar hacia el hospital de Amegakure

quizá anteriormente solo había sido otra decisión apresurada en lugar de la verdad
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#40
Reika dedujo que podría haber ocurrido un accidente en la tienda de armas, de modo que se alejó de allí y se dirigió a uno de los hospitales de Amegakure, el más cercano al local. Era una torre altísima, incluso más que las muchas que la rodeaban. Los médicos, enfermeros y enfermos transitaban por la recepción, cada uno con el ritmo que correspondía a su estado físico o al de sus pacientes.

En recepción, una recepcionista de tez oscura y pelo negro, que vestía unas gafas rosas de media luna, le preguntó:

—Hola, kunoichi-san. ¿Qué desea?
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#41
No fue mucho lo que la kunoichi caminó hasta llegar al hospital más cercano, se trataba de una torre altísima, mucho más que los edificios cercanos. La rubia esperaba esta vez poder dar con Ryū-dono y cumplir con el encargo.

-Hola! - respondió al saludo -Quería hacer una consulta: ¿Por casualidad a ingresado el señor DanDan Ryū o algún otro trabajador de la tienda "El filo certero"? - preguntó a la recepcionista.
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#42
El recepcionista aseveró su rostro. Con la ayuda de un dedo, se recolocó las gafas de media luna, y levantó la vista de los papeles. Se la sostuvo un corto lapso de tiempo.

—Sufrió un infarto esta misma mañana —dijo—. Si quieres verle, está en la habitación 428, pero por favor, kunoichi. No sé si el viejo Ryū ha hecho algo malo, pero déjelo morir en paz.

»Porque creo que se esta no sale...
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#43
—Sufrió un infarto esta misma mañana — el rostro de la kunoichi cambio a uno de sorpresa —. Si quieres verle, está en la habitación 428, pero por favor, kunoichi. No sé si el viejo Ryū ha hecho algo malo, pero déjelo morir en paz....Porque creo que se esta no sale...

-No no no- negó con los labios cabeza y manos -Yo solo venia a cumplir con un un encargo que el me pidió y viendo que quizás se suceda todo de esta manera, me parece que devolverle su objeto preciado seria lo mejor, al menos para que lo tenga cerca en sus últimos momentos- dijo la kunoichi encogida de hombros, la noticia le había tomado por sorpresa, aunque las lagrimas no caían, sus ojos se humedecieron y enrojecieron «Los ninjas no deben mostrar sus lagrimas» se recordó a si misma y se paso el puño para secarse

-Con su permiso- dijo a la recepcionista respetuosamente para ingresar hasta la habitación de Ryu
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#44
El recepcionista asintió con mirada triste y frunciendo los labios, y volvió a su trabajo con los papeles. Reika emprendió el camino hacia la habitación de hospital de Dandan Ryuu.

O más bien el ascenso. Como pronto se hizo evidente, la habitación 428 tenía una identificación demasiado alta como para encontrarse en la planta baja. Tras cerciorarse de que en cada piso debían haber unas 50 habitaciones, calculó rápidamente que la del viejo debía hallarse en el noveno piso. Aún así, tuvo que subir otro más tras darse cuenta de que se había quedado corta.

Giró el picaporte.

La estampa era deprimente, de eso no había duda alguna. A Reika el viejo Dandan Ryuu ya le había parecido un vidrio resquebrajado a punto de caerse y partirse en pedazos cuando lo había visto por primera vez, en su tienda de armas. Pero así, postrado en la camilla, los ojos cerrados, la boca abierta y con un tubo que le suministraba oxígeno cruzándole el bigote y metiéndosele en la nariz, parecía que ya tenía el pie en el otro barrio.

—S-siempre se ha p-p-portado muy bien conmigo —El ayudante de su tienda, de pie junto a él y sujetándole la mano, lloraba lágrimas amargas—. N-n-no tengo f-familia y-y-ya, pero él ha s-si-sido como mi segundo padre.

»M-m-me dio t-t-trabajo y un b-b-b-buen amigo. M-m-me pagaba muchísimo m-más de lo que m-me merecía y p-p-perdonaba todos mis errores. Y s-s-s-se va a ir sin v-v-ver la espada de su f-f-familia arreglada.

»D-d-de todas m-maneras, g-gracias por tu t-trabajo, k-kunoichi-san.

Pero el viejo Ryuu movió el brazo y extendió la palma de la mano hacia ella. Su ayudante dio un respingo.

—¡R-Ryuu-dono!

—La... espada... kunoichi... Dame a... Escarlata...
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#45
Se habia imaginado que la habitacion no estaria tan cerca y los escalones hasta la novena planta del edificio supuso un buen entrenamiento de piernas para quienes las tenian lo suficientemente aptas como para utilizarlas en lugar de los elevadores.

Giró el picaporte y la imagen que se encontró la hizo encoger de hombros aun mas, pero se acercó y apoyó su derecha en el hombro del muchacho para escucharle

—S-siempre se ha p-p-portado muy bien conmigo —El ayudante de su tienda, de pie junto a él y sujetándole la mano, lloraba lágrimas amargas—. N-n-no tengo f-familia y-y-ya, pero él ha s-si-sido como mi segundo padre. M-m-me dio t-t-trabajo y un b-b-b-buen amigo. M-m-me pagaba muchísimo m-más de lo que m-me merecía y p-p-perdonaba todos mis errores. Y s-s-s-se va a ir sin v-v-ver la espada de su f-f-familia arreglada. D-d-de todas m-maneras, g-gracias por tu t-trabajo, k-kunoichi-san.

-No tienes nada que agradecer...- le respondio la kunoichi al ayudante cuando de pronto

—¡R-Ryuu-dono! La rubia movió su cabeza hacia la camilla para ver a Ryu mover su brazo

—La... espada... kunoichi... Dame a... Escarlata... dijo el hombre débilmente -Si...por su puesto- dijo la kunoichi y saco la espada debajo de su capa para luego retirarle la envoltura de tela para luego extenderle el mango a su legitimo dueño
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