27/02/2018, 14:03
Sus manos se elevaron al unísono de la amenaza de su compañero, en un evidente gesto de oye... calma vaquero. Intercaló su mirada entre el filo del kunai que le apuntaba a la yugular y los intransigentes ojos de Daruu, cuyo byakugan yacía preparado para dar el golpe certero, de él decidir que, en efecto, Kaido no sólo jugaba con aquella afirmación sino que efectivamente era uno de esos cabrones que casi les asesinan.
Aunque por lo pronto el Hyuga decidió sólo darle una patada y no así rajarle la garganta. Kaido soltó un auch y rió.
—Venga, va. Sabes que mis filtros no funcionan. Mi agua no es tan pura y bebible como la de tu novia —volvió a beber otro sorbo y miró a Daruu, con complicidad—. ¿estáis saliendo, no? tú y Ayame.
Aunque por lo pronto el Hyuga decidió sólo darle una patada y no así rajarle la garganta. Kaido soltó un auch y rió.
—Venga, va. Sabes que mis filtros no funcionan. Mi agua no es tan pura y bebible como la de tu novia —volvió a beber otro sorbo y miró a Daruu, con complicidad—. ¿estáis saliendo, no? tú y Ayame.