27/02/2018, 23:23
El ruido que hacía el ejercito de muertos vivientes fue cesando lentamente, así como fue disminuyendo la probabilidad de que se topasen con nosotros, sin embargo, no podíamos asegurar que estábamos a salvo, una vez que se hizo el silencio esperé a que alguien dijera algo, a que alguien rompiera la tensión del ambiente y poder volver a nuestro objetivo principal.
—Parece que nos estaban buscando — Koutetsu fue el primero en hablar y en decir lo que pensaba, ¿sería cierto que nos estaban buscando?
—No, solo estaban patrullando: de habernos estado siguiendo, ahora estuviesen rodeando la casa… Aunque eso no significa que estemos a salvo. Aclaró Sarutobi.
—Es un alivio, momentáneo, pero lo es.— Aseguré dirigiéndome a todos, seguramente estaban un poco más calmados después de la aseveración del guardián del saber. Adopté una posición más cómoda y pude sentir como mi cuerpo se encontraba un poco engarrotado. —La temperatura no da tregua.— Froté las palmas de mis manos y luego mis brazos, buscando un poco de calor.
—Esta casa resulto ser un buen refugio, pero…— Intervino el moreno, sabía a lo que se refería, debíamos marcharnos.
—Ya sé a dónde quieres llegar… Sus habitantes debieron de huir en cuanto entendieron que no podían repeler a los reanimados, y es probable que el resto de la calle haya hecho lo mismo.
—Guerra, imposible ocultar, inútil evadir. — Aseveró la nativa.
—No se puede hacer nada; una cosa como esta, de simple tablones de madera, no podría soportar la arremetida de un batallón de no muertos…, creo que ningún edificio en este pueblo podría.
—Hay un edificio que podría resistir multitud de ataques y guarecerlos a todos: el Nido de cristal. Esa extravagante estructura es grande y maciza como una montaña. Si los pobladores han de dirigirse a un lugar para buscar refugio, sin dudas será ese.
—Es justo lo que tenía en mente, deben estar todos allá!, incluyendo Naomi y Haze. Apresuremosno en llegar ahí.— Dije con determinación.
—Pobladores, Seltkalt, buscar mismo lugar.
—Genial.— Expresé con un tono sarcástico. —Será sencillo entonces, debemos seguir a los cadáveres que estaban patrullando y con un poco de suerte su radar térmico no nos alcanzará...—
—Parece que nos estaban buscando — Koutetsu fue el primero en hablar y en decir lo que pensaba, ¿sería cierto que nos estaban buscando?
—No, solo estaban patrullando: de habernos estado siguiendo, ahora estuviesen rodeando la casa… Aunque eso no significa que estemos a salvo. Aclaró Sarutobi.
—Es un alivio, momentáneo, pero lo es.— Aseguré dirigiéndome a todos, seguramente estaban un poco más calmados después de la aseveración del guardián del saber. Adopté una posición más cómoda y pude sentir como mi cuerpo se encontraba un poco engarrotado. —La temperatura no da tregua.— Froté las palmas de mis manos y luego mis brazos, buscando un poco de calor.
—Esta casa resulto ser un buen refugio, pero…— Intervino el moreno, sabía a lo que se refería, debíamos marcharnos.
—Ya sé a dónde quieres llegar… Sus habitantes debieron de huir en cuanto entendieron que no podían repeler a los reanimados, y es probable que el resto de la calle haya hecho lo mismo.
—Guerra, imposible ocultar, inútil evadir. — Aseveró la nativa.
—No se puede hacer nada; una cosa como esta, de simple tablones de madera, no podría soportar la arremetida de un batallón de no muertos…, creo que ningún edificio en este pueblo podría.
—Hay un edificio que podría resistir multitud de ataques y guarecerlos a todos: el Nido de cristal. Esa extravagante estructura es grande y maciza como una montaña. Si los pobladores han de dirigirse a un lugar para buscar refugio, sin dudas será ese.
—Es justo lo que tenía en mente, deben estar todos allá!, incluyendo Naomi y Haze. Apresuremosno en llegar ahí.— Dije con determinación.
—Pobladores, Seltkalt, buscar mismo lugar.
—Genial.— Expresé con un tono sarcástico. —Será sencillo entonces, debemos seguir a los cadáveres que estaban patrullando y con un poco de suerte su radar térmico no nos alcanzará...—