1/03/2018, 03:13
El pelopincho se detuvo a mitad de su cama, en silencio; tan tenso como las cuerdas de un shanisen. Si acaso a Kaido se le ocurría acercarse y pasarle el dedo por la espalda, de seguro que Daruu soltaba un mi bemol acústico bien entonado, cual instrumento musical.
Kaido subió los puños y esperó pacientemente, por si su buen amigo decidía voltearse y romperle los tenketsu a punta de palmadas. Para la suerte de todos, sin embargo, dirimió su rabia con una respuesta escueta, y una rápida huida hasta los linderos del baño. El escualo bajó los brazos y se relajó. Pero lo cierto es que tendría que tener cuidado cuando se refiriera a Ayame frente a Daruu, porque era evidente que su pareja se había convertido en su mayor debilidad. Absurda y explotable. Y eso era peligrosísimo para un ninja.
Negó con la cabeza y sonrió en soledad.
«No. Mejor le juzgo en cuanto logre salir yo de mi forzada castidad» —pensó, a modo de introspección, envalentonándose.
Aunque aquello iba a ser un bendito problema. Desde que ninguna mujer en su sano juicio tendría una aventura con alguien que luciera como él. ¿Sería Kaido capaz de conseguirse una noviecita alguna vez? ¿habría allí afuera una linda trucha con la que fuera a ser feliz para siempre?
Kaido subió los puños y esperó pacientemente, por si su buen amigo decidía voltearse y romperle los tenketsu a punta de palmadas. Para la suerte de todos, sin embargo, dirimió su rabia con una respuesta escueta, y una rápida huida hasta los linderos del baño. El escualo bajó los brazos y se relajó. Pero lo cierto es que tendría que tener cuidado cuando se refiriera a Ayame frente a Daruu, porque era evidente que su pareja se había convertido en su mayor debilidad. Absurda y explotable. Y eso era peligrosísimo para un ninja.
Negó con la cabeza y sonrió en soledad.
«No. Mejor le juzgo en cuanto logre salir yo de mi forzada castidad» —pensó, a modo de introspección, envalentonándose.
Aunque aquello iba a ser un bendito problema. Desde que ninguna mujer en su sano juicio tendría una aventura con alguien que luciera como él. ¿Sería Kaido capaz de conseguirse una noviecita alguna vez? ¿habría allí afuera una linda trucha con la que fuera a ser feliz para siempre?