1/03/2018, 18:05
Quizá lo hubiese dicho en broma, pero lo de comprarse un barco era la mejor idea que podía haber tenido nadie. ¿Qué sino? ¿Una casa? Si sobraba el dinero, era también buena inversión. Pero de una vivienda podías cansarte rápido, aburrirte de estar siempre en el mismo sitio, con la misma gente y el mismo ambiente. Un barco, en cambio, era un hogar andante, que se adaptaba a lo que requerías en cada momento. ¿Querías fiesta? Pues rumbo al Puerto Kasukami. ¿Querías relajarte? Pues rumbo a las Costas de Olas Rompientes, donde a poca distancia estaba la famosa Villa de las Aguas Termales. ¿Querías algo de aventura tranquila? Pues a la búsqueda de alguna isla paradisíaca como en la que estaban. Y si ya el barco lo combinabas con…
Datsue se sonrojó de inmediato…
—¿Y si el tesoro no existe?
… para luego volver a la tierra de una bofetada. Una bofetada de sensatez, dada por Daruu. Pero lo que él quería en aquellos momentos no era sensatez, sino justo lo contrario. Quería imprudencia. Quería el punto de locura necesario para creer que aquello era posible. Quería, en definitiva, intrepidez.
—Daruu… Daruu, Daruu, Daruu —decía, mientras negaba con la cabeza una y otra vez. Datsue lo había estado enfocando mal con él desde el principio. A un amejin no se le convencía con promesas de oro. No era eso lo que movía a los shinobis más letales y fríos de Oonindo. No, lo que movía a un amejin era el reto—. Tómatelo como una prueba de supervivencia. Si al final resulta que no hay tesoro, ¡al menos aprenderemos a sacarnos las castañas del fuego! ¿Qué mejor oportunidad que esta hay para descubrir si podemos sobrevivir en plena naturaleza por nosotros mismos? Y ambos necesitamos esta oportunidad, Daruu, porque tus ojos, que antaño lo veían todo —exageró, y quizá algún día descubriría que en realidad no lo había hecho en absoluto—, ahora están cerrados. —Le pasó una mano por encima de los hombros, y con la otra, trazó un arco imaginario de forma lenta y parsimoniosa, hasta finalmente mostrarle lo que quería: el árbol al que momentos atrás había escalado—. Ábrelos, Daruu.
Y, sin añadir palabra alguna, subió por el tronco de aquel árbol. ¿Qué no tenían comida? Pues él veía unos frutos con muy buena pinta. Arrancó uno de aquellos, lanzándoselo a Daruu, y se quedó otro para él. Luego, descendió, y se sacó un kunai de la palma de la mano derecha —las maravillas del fuuinjutsu— para tratar de abrir aquel extraño fruto por la mitad.
Datsue se sonrojó de inmediato…
—¿Y si el tesoro no existe?
… para luego volver a la tierra de una bofetada. Una bofetada de sensatez, dada por Daruu. Pero lo que él quería en aquellos momentos no era sensatez, sino justo lo contrario. Quería imprudencia. Quería el punto de locura necesario para creer que aquello era posible. Quería, en definitiva, intrepidez.
—Daruu… Daruu, Daruu, Daruu —decía, mientras negaba con la cabeza una y otra vez. Datsue lo había estado enfocando mal con él desde el principio. A un amejin no se le convencía con promesas de oro. No era eso lo que movía a los shinobis más letales y fríos de Oonindo. No, lo que movía a un amejin era el reto—. Tómatelo como una prueba de supervivencia. Si al final resulta que no hay tesoro, ¡al menos aprenderemos a sacarnos las castañas del fuego! ¿Qué mejor oportunidad que esta hay para descubrir si podemos sobrevivir en plena naturaleza por nosotros mismos? Y ambos necesitamos esta oportunidad, Daruu, porque tus ojos, que antaño lo veían todo —exageró, y quizá algún día descubriría que en realidad no lo había hecho en absoluto—, ahora están cerrados. —Le pasó una mano por encima de los hombros, y con la otra, trazó un arco imaginario de forma lenta y parsimoniosa, hasta finalmente mostrarle lo que quería: el árbol al que momentos atrás había escalado—. Ábrelos, Daruu.
Y, sin añadir palabra alguna, subió por el tronco de aquel árbol. ¿Qué no tenían comida? Pues él veía unos frutos con muy buena pinta. Arrancó uno de aquellos, lanzándoselo a Daruu, y se quedó otro para él. Luego, descendió, y se sacó un kunai de la palma de la mano derecha —las maravillas del fuuinjutsu— para tratar de abrir aquel extraño fruto por la mitad.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado