20/08/2015, 15:33
La chica sonrió ante el comentario de Juro, la había reconocido después del susto, aunque su reacción ante la broma no había hecho otra cosa que lo que buscaba, asustarle, pero quizá esta vez la pequeña kunoichi del remolino se había pasado con su compañero de aldea. Había dado sustos antes a muchos de sus compañeros, pero a Juro todavía no le había dado uno de sus famosos ataques por la espalda, pensó que ya era hora, pero quizás no le había hecho tanta gracia al de cabellos oscuros como a ella.
-Espero no haberme pasado con el susto, solo quería gastarte una pequeña broma...- Explicó sonrojándose, rascándose la cabeza como símbolo de vergüenza, pero luego el chico cambió de tema, hablando alegremente sobre como habían aprobado, tanto él como la joven. La chica ante el comentario había levantado el dedo pulgar de su mano izquierda, a modo de aprobación.
-Muchas gracias, Juro-chan, me alegro de que tú también lo hicieses.- Respondió feliz la muchacha. -Esta vez pasamos muchos, estoy muy contenta con los resultados.- Explicó aun con la sonrisa. -Bueno, ¿qué haces por estos lares?- Preguntó la chica, curiosa, mientras observaba el árbol más cercano a donde ambos shinobi se encontraban. - Aunque la verdad, me lo puedo imaginar, en esta estación los cerezos están preciosos. - Apuntó.
La chica se acercó al árbol en cuestión y se arrodilló para coger una de las flores que habían caído, la sostuvo con ambas manos y dejó que el olor que desprendía inundara sus fosas nasales, luego hizo a un lado sus mechones que caían por el lado derecho de su cara, acomodándolos detrás de su oreja, y colocó entre ellos la flor que segundos antes reposaba en sus manos, luego volvió a mirar a Juro, sonriente.
-¿Qué tal, cómo me queda? - Preguntó acercándose a él, con las mejillas de nuevo tintadas en carmesí.
-Espero no haberme pasado con el susto, solo quería gastarte una pequeña broma...- Explicó sonrojándose, rascándose la cabeza como símbolo de vergüenza, pero luego el chico cambió de tema, hablando alegremente sobre como habían aprobado, tanto él como la joven. La chica ante el comentario había levantado el dedo pulgar de su mano izquierda, a modo de aprobación.
-Muchas gracias, Juro-chan, me alegro de que tú también lo hicieses.- Respondió feliz la muchacha. -Esta vez pasamos muchos, estoy muy contenta con los resultados.- Explicó aun con la sonrisa. -Bueno, ¿qué haces por estos lares?- Preguntó la chica, curiosa, mientras observaba el árbol más cercano a donde ambos shinobi se encontraban. - Aunque la verdad, me lo puedo imaginar, en esta estación los cerezos están preciosos. - Apuntó.
La chica se acercó al árbol en cuestión y se arrodilló para coger una de las flores que habían caído, la sostuvo con ambas manos y dejó que el olor que desprendía inundara sus fosas nasales, luego hizo a un lado sus mechones que caían por el lado derecho de su cara, acomodándolos detrás de su oreja, y colocó entre ellos la flor que segundos antes reposaba en sus manos, luego volvió a mirar a Juro, sonriente.
-¿Qué tal, cómo me queda? - Preguntó acercándose a él, con las mejillas de nuevo tintadas en carmesí.