7/03/2018, 22:17
Manase Mogura se mantenía, ante todo, más alejado de la roca y los arbustos. Su atención hocilaba constantemente entre el puñado de calvos y aquello que se movía a causa del viento lo que fuese.
«¿Donde se metió esa mujer?»
Se preguntaba el médico, ya que a fin de cuentas era lo único que mantenía al grupo detenido frente a una piedra.
Inoue se mantenía cerca de Karamaru y lo animaba a que echase un vistazo rápido a una aparente inscripción en la superficie de la roca. El médico de pelo negro esperaba que fuese un mendigo mensaje de que la fémina volvería sola para que no entorpecieran su marcha o algo parecido.
«No pierdas tiempo, Habaki-san.»
Pensó en un punto Mogura, apreciando la escena desde una prudente distancia.
«¿Donde se metió esa mujer?»
Se preguntaba el médico, ya que a fin de cuentas era lo único que mantenía al grupo detenido frente a una piedra.
Inoue se mantenía cerca de Karamaru y lo animaba a que echase un vistazo rápido a una aparente inscripción en la superficie de la roca. El médico de pelo negro esperaba que fuese un mendigo mensaje de que la fémina volvería sola para que no entorpecieran su marcha o algo parecido.
«No pierdas tiempo, Habaki-san.»
Pensó en un punto Mogura, apreciando la escena desde una prudente distancia.
Hablo - Pienso