12/03/2018, 14:42
Aunque la peliplateada fulminó a la pequeña con la mirada, ésta pareció carente de miedo. Seguramente ya estaba mas que acostumbrada a ese tipo de miradas, además de que seguramente todo había sido una treta suya o de su hermana, o puede que de ambas. La pequeña continuó garabateando con una sonrisa en el rostro, indiferente a lo que la genin y su supuesto mentor empezaban a hacer.
Tras decidirse, la que no soltaría una palabra de más salió en busca de la otra pelirroja, tal y como Kaoru había hecho. Ninguno de los dos optó por molestar a la señora bibliotecaria, la cuál estaba sumida en el tenue silencio de su lectura. Taeko comenzó a dar vueltas por los pasillos, buscando alguna pista de por dónde podría estar la señorita escapista. Pasó la banda de libros de historia, dejó atrás los libro de geología, sobrepasó los libros de ninjutsu básico, así como no tardó en adentrarse en uno de los pasillos centrales en el que aguardaban los libros de instrumental shinobi y sus posibles usos... coincidencia o no, la chica terminaría esparcida por el suelo como un vaso de agua. Para cuando quisiera darse cuenta, había un maldito hilo shinobi cruzando el pasillo de lado a lado, a una altura no muy superior a su tobillo.
Los libros parecían servir para algo, o simplemente la pelirroja tenía muy malas ideas. Fuese como fuese, por mas vueltas que daba por los pasillos inferiores no daba con la mocosa.
Tras decidirse, la que no soltaría una palabra de más salió en busca de la otra pelirroja, tal y como Kaoru había hecho. Ninguno de los dos optó por molestar a la señora bibliotecaria, la cuál estaba sumida en el tenue silencio de su lectura. Taeko comenzó a dar vueltas por los pasillos, buscando alguna pista de por dónde podría estar la señorita escapista. Pasó la banda de libros de historia, dejó atrás los libro de geología, sobrepasó los libros de ninjutsu básico, así como no tardó en adentrarse en uno de los pasillos centrales en el que aguardaban los libros de instrumental shinobi y sus posibles usos... coincidencia o no, la chica terminaría esparcida por el suelo como un vaso de agua. Para cuando quisiera darse cuenta, había un maldito hilo shinobi cruzando el pasillo de lado a lado, a una altura no muy superior a su tobillo.
Los libros parecían servir para algo, o simplemente la pelirroja tenía muy malas ideas. Fuese como fuese, por mas vueltas que daba por los pasillos inferiores no daba con la mocosa.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~