21/08/2015, 05:42
Las otras personas se acercaron al lugar donde se encontraba el mástil erguido que sujetaba la bandera que flameaba por causa del viento, esto le permitió al shinobi observar de cerca otros aspectos de los que allí habían acudido. Mientras lentamente se desperezaba, obtenía datos físico de aquellas personas, el primero, que sin emitir respuestas, luego de Ichiro manifestar el llamado, estaba completamente cubierto, aunque la lluvia había cesado en aquel lugar, traía el tradicional equipo que lo protegía de esta, por sus rasgos faciales o los pocos que se veía y su estatura, asumió que tenían la misma edad.
Bajo los brazos y los aflojo un poco, sus ojos ahora se habían trasladado al otro muchacho, este lucía un vestuario un poco más descubierto, si bien el clima era frió, no era algo insoportable, no encontró problema en su vestimenta, al parecer traía la cara descubierta y dedujo que también podían compartir la misma edad. Esta persona de cabellos oscuros dio un paso atrás y soltó unas palabras que a Ichiro le parecieron banales en su momento, ya que no comprendía de que hablaba «Se referirá a mi?» volvió a indagarse el shinobi en su interior mientras buscaba una respuesta en su cabeza para aquellas palabras.
En tanto el clima parecía acomodarse, la lluvia había parado completamente, la neblina empezaba a disiparse haciendo más cómodo el encuentro que allí inauguraban los tres ninjas citados misteriosamente por cartas. – Buenos diás- atino a contestar rápidamente mientras pensaba una respuesta coherente, ya que había recalcado anteriormente que él también había sido citado y poco tenía que ver con la planificación de aquéllos genin en el lugar. – Disculpa, yo fui quien grito, también fui citado- caía en un estado reiterativo, dejando claro su inocencia en el tema.
Luego emitió una risa, corta, aunque no del todo falsa para calmar un poco la tensión que se había generado en el ambiente, levanto su mano y se rasco la nunca para apaciguar los nervios y volvió con una intromisión hacia los genin – Simplemente vine porque recibí esta nota- el muchacho rebusco con su mano en sus ropajes para sacar una carta, claramente escrita a mano. Pero al intentar enseñárselas advirtió que este último integrante tenía la mirada un poco perdida hacia el poste. Sin darse cuenta de lo que estaba pasando dio un giro lentamente pusilánime tratando de también coincidir con el punto de visión de su compañero.
Una sobra, que ahora era un poco más visible gracias a la baja densidad de la niebla, se encontraba encima del poste, esta propino un salto hacia arriba y cayo de cuclillas junto a los jóvenes, lo poco de niebla que quedaba se disipo, como si el impacto de la caída hubiera sido con tanta fuerza y firmeza que limpio la panorámica con las ráfagas que produjo. Hentto había descendido del lugar que se encontraba en primera instancia, no se sabía cuánto tiempo el hombre anciano había estado presente en ese lugar pero de seguro mucho más tiempo de lo que los genins pudieran advertir.
El maestro se puso erguido de brazos cruzados frente a los estudiantes, su ojos negros, una mirada tan fría y tan cortante como una espada, atravesaba por unos segundos cada uno de los que estaban allí presente. Se mantuvo unos segundos así para poder presentarse – Mi nombre es Hentto- hacia otra intromisión la voz ronca del experimentado shinobi, que a pesar de decirlo en voz alta y de palabras marcadas, lejos estaba de ser un grito, ni siquiera parecía que había forzado sus cuerdas vocales – Capitán Hentto y a partir de hoy seré su maestro – repaso de nuevo las caras de sus alumnos como un águila acechando a su presa.
– Y él es Míster Chango – presento a su ayudante señalando con la cabeza, que, de atrás de su figuras salió un chimpancé, el mismo apoyado en sus brazos delanteros apenas alcanzaba la cintura de Hentto con su cabeza. Un pañuelo rojo bastante vistoso eran las únicas vestimentas del animal, que sin emitir ninguna palabra se quedó inmóvil alado de su dueño.
– No hace falta que se presenten- añadió mientras los jóvenes se alineaban frente a él, la energía que emanaba de su cuerpo y la pose parecían que podía darle órdenes a una piedra y esta la seguiría sin dudarlo al pie de la letra - Hōzuki Ichiro- hizo una pausa – Genin de Amegakure, 12 años, proveniente del gran clan Hōzuki de Kirigakure, ninja medianamente balanceado, destaca en su inteligencia y destreza, elemento a fin, agua. Tu historia y tus deficiencias las veremos en el campo de batalla – paso su visión al joven con sombrero de paja manteniendo la misma postura amenazadora, creando un clima tenso, quizá se queria ganar el respeto de los joven a primera instancia utilizando el miedo como herramienta, o podría ser que fuera simplemente un viejo amargado e intimidador de menores - Habaki Karamaru – Se detuvo de nuevo – Genin de Amegakure, 12 años, monje del templo en Shinogi-To, ninja medianamente balanceado, la inteligencia y su fuerza destacan sobre su otras habilidades, elemento a fin el fuego, Katon. Por favor, quítate el sombrero para que tus nuevos compañeros te vean la cara.
Sin casi permitir que nadie hablara volteo a ver al último personaje presente en la reunión, el joven de cabellos oscuros que habia llegado en ultimo lugar, pero fue el primerizo en notarlo – Y por último, Fuwa Den, Genin de amegakure, 13 años, descendiente de la gran familia Fuwa, también un ninja bastante balanceado que sobre salta por su inteligencia, aparte, el primero que me noto en el lugar, elemento viento. – termino soltando aire agresivamente por su nariz que cualquiera allí lo pudo haber escuchado.
– Espero que hayan entendido la situación, los cite a este lugar porque elegí sus expedientes entre los otros estudiantes que se encontraban en la academia. De aquí no hay vuelta atrás. Hacia adelante o la renuncia. De mi por ahora solo sabrán mi nombre, les voy a permitir que me hagan solo una pregunta cerrada, es decir que las únicas respuestas que emitiré son “si” y “no”, que contestare con total sinceridad, tómenlo como la primera prueba
La cara del anciano volvió a tornarse totalmente seria – Piénsenlo, no me gusta malgastar tiempo eligiendo estudiantes para luego mandarlos a casa, aunque no tengo problemas en hacerlo. Imaginen que tienen muy poco tiempo para interrogar a un enemigo, ¿cuál sería su pregunta?.- El jonin se quedó prácticamente congelado mientras le daba tiempo a sus estudiantes para pensar.
Bajo los brazos y los aflojo un poco, sus ojos ahora se habían trasladado al otro muchacho, este lucía un vestuario un poco más descubierto, si bien el clima era frió, no era algo insoportable, no encontró problema en su vestimenta, al parecer traía la cara descubierta y dedujo que también podían compartir la misma edad. Esta persona de cabellos oscuros dio un paso atrás y soltó unas palabras que a Ichiro le parecieron banales en su momento, ya que no comprendía de que hablaba «Se referirá a mi?» volvió a indagarse el shinobi en su interior mientras buscaba una respuesta en su cabeza para aquellas palabras.
En tanto el clima parecía acomodarse, la lluvia había parado completamente, la neblina empezaba a disiparse haciendo más cómodo el encuentro que allí inauguraban los tres ninjas citados misteriosamente por cartas. – Buenos diás- atino a contestar rápidamente mientras pensaba una respuesta coherente, ya que había recalcado anteriormente que él también había sido citado y poco tenía que ver con la planificación de aquéllos genin en el lugar. – Disculpa, yo fui quien grito, también fui citado- caía en un estado reiterativo, dejando claro su inocencia en el tema.
Luego emitió una risa, corta, aunque no del todo falsa para calmar un poco la tensión que se había generado en el ambiente, levanto su mano y se rasco la nunca para apaciguar los nervios y volvió con una intromisión hacia los genin – Simplemente vine porque recibí esta nota- el muchacho rebusco con su mano en sus ropajes para sacar una carta, claramente escrita a mano. Pero al intentar enseñárselas advirtió que este último integrante tenía la mirada un poco perdida hacia el poste. Sin darse cuenta de lo que estaba pasando dio un giro lentamente pusilánime tratando de también coincidir con el punto de visión de su compañero.
- Capitán Hentto -
Una sobra, que ahora era un poco más visible gracias a la baja densidad de la niebla, se encontraba encima del poste, esta propino un salto hacia arriba y cayo de cuclillas junto a los jóvenes, lo poco de niebla que quedaba se disipo, como si el impacto de la caída hubiera sido con tanta fuerza y firmeza que limpio la panorámica con las ráfagas que produjo. Hentto había descendido del lugar que se encontraba en primera instancia, no se sabía cuánto tiempo el hombre anciano había estado presente en ese lugar pero de seguro mucho más tiempo de lo que los genins pudieran advertir.
El maestro se puso erguido de brazos cruzados frente a los estudiantes, su ojos negros, una mirada tan fría y tan cortante como una espada, atravesaba por unos segundos cada uno de los que estaban allí presente. Se mantuvo unos segundos así para poder presentarse – Mi nombre es Hentto- hacia otra intromisión la voz ronca del experimentado shinobi, que a pesar de decirlo en voz alta y de palabras marcadas, lejos estaba de ser un grito, ni siquiera parecía que había forzado sus cuerdas vocales – Capitán Hentto y a partir de hoy seré su maestro – repaso de nuevo las caras de sus alumnos como un águila acechando a su presa.
– Y él es Míster Chango – presento a su ayudante señalando con la cabeza, que, de atrás de su figuras salió un chimpancé, el mismo apoyado en sus brazos delanteros apenas alcanzaba la cintura de Hentto con su cabeza. Un pañuelo rojo bastante vistoso eran las únicas vestimentas del animal, que sin emitir ninguna palabra se quedó inmóvil alado de su dueño.
– No hace falta que se presenten- añadió mientras los jóvenes se alineaban frente a él, la energía que emanaba de su cuerpo y la pose parecían que podía darle órdenes a una piedra y esta la seguiría sin dudarlo al pie de la letra - Hōzuki Ichiro- hizo una pausa – Genin de Amegakure, 12 años, proveniente del gran clan Hōzuki de Kirigakure, ninja medianamente balanceado, destaca en su inteligencia y destreza, elemento a fin, agua. Tu historia y tus deficiencias las veremos en el campo de batalla – paso su visión al joven con sombrero de paja manteniendo la misma postura amenazadora, creando un clima tenso, quizá se queria ganar el respeto de los joven a primera instancia utilizando el miedo como herramienta, o podría ser que fuera simplemente un viejo amargado e intimidador de menores - Habaki Karamaru – Se detuvo de nuevo – Genin de Amegakure, 12 años, monje del templo en Shinogi-To, ninja medianamente balanceado, la inteligencia y su fuerza destacan sobre su otras habilidades, elemento a fin el fuego, Katon. Por favor, quítate el sombrero para que tus nuevos compañeros te vean la cara.
Sin casi permitir que nadie hablara volteo a ver al último personaje presente en la reunión, el joven de cabellos oscuros que habia llegado en ultimo lugar, pero fue el primerizo en notarlo – Y por último, Fuwa Den, Genin de amegakure, 13 años, descendiente de la gran familia Fuwa, también un ninja bastante balanceado que sobre salta por su inteligencia, aparte, el primero que me noto en el lugar, elemento viento. – termino soltando aire agresivamente por su nariz que cualquiera allí lo pudo haber escuchado.
– Espero que hayan entendido la situación, los cite a este lugar porque elegí sus expedientes entre los otros estudiantes que se encontraban en la academia. De aquí no hay vuelta atrás. Hacia adelante o la renuncia. De mi por ahora solo sabrán mi nombre, les voy a permitir que me hagan solo una pregunta cerrada, es decir que las únicas respuestas que emitiré son “si” y “no”, que contestare con total sinceridad, tómenlo como la primera prueba
La cara del anciano volvió a tornarse totalmente seria – Piénsenlo, no me gusta malgastar tiempo eligiendo estudiantes para luego mandarlos a casa, aunque no tengo problemas en hacerlo. Imaginen que tienen muy poco tiempo para interrogar a un enemigo, ¿cuál sería su pregunta?.- El jonin se quedó prácticamente congelado mientras le daba tiempo a sus estudiantes para pensar.