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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Lancé la única idea que tenía en mente, solo quedaba esperar el apoyo del moreno, y no podía juzgarlo por ponerse a dudar sobre ello, después de todo ambos sabíamos cómo terminaría todo. Los segundos pasaron en cámara lenta y simplemente esperé, sin presionar al peliblanco.

Estoy contigo, Keisuke-san…, hagámoslo.

—Bien, hagamoslo.— Dije decidido mientras miraba directamente el trío. —Parece que entendieron lo que va a pasar...— Comenté al ver como se ponían en guardia.

Repentinamente de atrás de mi surgió la nativa, la princesa de aquellos guerreros, ella se descubrió y captó la atención de la mayoría, pude ver como algunos aldeanos le miraban con sorpresa y como la horda de cadáveres se detuvieron en seco ante su presencia.

"Parece que no piensan hacerle daño... Por lo menos, esto nos dará un poco de tiempo..."

La pálida caminó directamente hacia los guerrero, el mar de cadáveres se hacía a un lado haciendo un brecha especialmente para ella, quedé en suspenso por unos cuantos segundos, ¿ella podría detener todo esto? —¿Será que ella podrá hacer algo?— Pregunté a Koutetsu, sabía que el no sabía la respuesta, pero no pude dudar en decirlo, y tomé esos segundos para recuperar el aliento y las energías.

El trío se unió nuevamente para esperar su encuentro, una vez estuvieron los cuatros frente a frente hubo un intercambio de palabra que rápidamente se convirtió en una clara discusión, las palabras que cada uno manifestaba iban acompañadas de ciertos movimientos que a mi parecer dificultaban un poco más el entender lo que intentaban decir, directamente no entendía nada, simplemente pensaba que ella estaba de nuestra parte y estaba haciendo algo por defendernos, pero no tenía plena seguridad de ello.

Se niegan a tomar prisioneros… —Comentó Sarutobi sacandonos de nuestras dudas.

Algo me dice que las negociaciones van a fracasar… Si aquello ocurre, solo nos quedaría aprovechar los instantes de distracción para arrojarnos con tu propuesta. — No tardó en asegurar Koutetsu.

—Esperemos que no fallen, porque sino correrá mucha sangre, mi plan tiene muchas fallas y está lejos de lograr su verdadero objetivo.— Dije con franqueza. [color=limegreen]—Sí tan sólo pudieramos ingresar al hotel...— Me viré a verle y entonces caminé directamente hacia él.

Una vez frente a la pared de cristal que imposibilitaba el paso me preparé y cerré mi diestra, con mi puño en alto lancé un único ataque recargado con chakra, quería estar seguro de que no podría abrir la puerta, sí no lo intentaba no lo sabría, una vez hecho aquello esperaría y buscaría siquiera una pequeña fractura en las capas de hielo.
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen
Byakugo no In: Inicio 19/04/2018

[Imagen: 5b744fac64c6fe9ec924f3cf50c4417fo.jpg]
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RE: La muerte es blanca y tiene los ojos azules - por Keisuke - 18/03/2018, 15:58


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