29/03/2018, 13:35
Aunque no hubiera estado absorta en sus pensamientos, tampoco se hubiera percatado de la persona que se le acercaba.
— Esto...disculpa...¿Estás bien? — una suave voz preguntaba a Ryuko.
— O-Oh... D-Disculpa. Si, estoy bien, no es nada. — Pese a que el golpe había sido sonoro y su entrada también fue notoria, Ryuko negó el hecho de cualquier dolor existente; aunque seguramente de haberlo habido, tampoco lo hubiera afirmado. — Mi maestro puede ser algo brusco, pero supongo que me lo merecía por haber vuelto ha evadir las clases de esgrima. — respondió terminando con una suave risa.
— ¿Te quería preguntar si podríamos entrenar juntas? ¿Que te parece? — su voz era suave y melodiosa, tendría seguramente la misma edad que Ryuko ya que compartía una complexión y altura similar. Su pelo a diferencia del de Ryuko, era largo con un tono marrón, pero compartían un color de ojos muy similar.
— De acuerdo, aprovechare para hacer lo que debí haber hecho esta mañana. — Su amabilidad convencieron a Ryuko sin mucho problema, que acepto con la esperanza de contentar a Oda. Ademas, un poco de entrenamiento no le vendría mal, llevaba un tiempo dedicándose a holgazanear.
Ryuko se apoyó en su propio bokken a modo de bastón para reincorporarse del suelo, y posteriormente comenzó a rotar su brazo derecho apoyando la mano izquierda en el hombro, soltando un suave gruñido en seña de molestia.
— Oh...Lo siento...olvidé presentarme, soy Senju Shijima. — dijo haciendo una reverencia y cortando sus estiramientos.
— ¡No te preocupes no pasa nada! Me llamo Ryuko, encantada, Shijima. — Esbozó una sincera y cálida sonrisa. — Dime ¿que te apetecería hacer? — Arqueó la cabeza a los lados contemplando el lugar, era bastante espacioso pese a estar dentro del edificio, por lo que seguramente no tendrían muchos problemas a la hora del movimiento.
— Esto...disculpa...¿Estás bien? — una suave voz preguntaba a Ryuko.
— O-Oh... D-Disculpa. Si, estoy bien, no es nada. — Pese a que el golpe había sido sonoro y su entrada también fue notoria, Ryuko negó el hecho de cualquier dolor existente; aunque seguramente de haberlo habido, tampoco lo hubiera afirmado. — Mi maestro puede ser algo brusco, pero supongo que me lo merecía por haber vuelto ha evadir las clases de esgrima. — respondió terminando con una suave risa.
— ¿Te quería preguntar si podríamos entrenar juntas? ¿Que te parece? — su voz era suave y melodiosa, tendría seguramente la misma edad que Ryuko ya que compartía una complexión y altura similar. Su pelo a diferencia del de Ryuko, era largo con un tono marrón, pero compartían un color de ojos muy similar.
— De acuerdo, aprovechare para hacer lo que debí haber hecho esta mañana. — Su amabilidad convencieron a Ryuko sin mucho problema, que acepto con la esperanza de contentar a Oda. Ademas, un poco de entrenamiento no le vendría mal, llevaba un tiempo dedicándose a holgazanear.
Ryuko se apoyó en su propio bokken a modo de bastón para reincorporarse del suelo, y posteriormente comenzó a rotar su brazo derecho apoyando la mano izquierda en el hombro, soltando un suave gruñido en seña de molestia.
— Oh...Lo siento...olvidé presentarme, soy Senju Shijima. — dijo haciendo una reverencia y cortando sus estiramientos.
— ¡No te preocupes no pasa nada! Me llamo Ryuko, encantada, Shijima. — Esbozó una sincera y cálida sonrisa. — Dime ¿que te apetecería hacer? — Arqueó la cabeza a los lados contemplando el lugar, era bastante espacioso pese a estar dentro del edificio, por lo que seguramente no tendrían muchos problemas a la hora del movimiento.