30/03/2018, 01:46
Etsu fanfarroneaba un poco de sus habilidades, aunque él no lo viese así. Afirmó no solo una vez, si no dos que confiaba plenamente en sus habilidades, así como dijo que pensaba convertirse en el ninja número 1 del mundo, en el ninja mas poderoso de todos los tiempos. Sin embargo, su antagonista solo escuchaba datos y más datos. El tipo en vez de quejarse de la vanidad de las palabras del Inuzuka, se limitó a sentenciar que sus superiores no verían bien que diese información aunque fuese algo personal. De una manera u otra, terminó por dejar claro que era un soldado nada mas, que no era irreemplazable.
—Te equivocas —se cruzó de brazos —si hablo del taijutsu familiar, es porque mi deber es expandir su fama a todos los países, y mostrar que es el mejor. Cuanta mas gente conozca la derrota a manos del taijutsu familiar, mas gente querrá aprenderlo; y ése es el propósito que me ha impuesto mi padre.
»Además, no soy un mero soldado, y nadie lo es. Los shinobis somos una familia, y si en tu aldea no te tratan como tal, quizás deberías pensar en quién confías la espalda.
Estaba as que seguro de sus palabras, y no pensaba retractarse. No hacía mal, y le daba miedo el pensar que a ése chico le hubiesen criado con tantos temores y normas... ¿acaso era así de estricta esa otra aldea? ¿trataban a los suyos como meros números? ¿mataban y reemplazaban "soldados" sin miramiento alguno?
«Que vida mas triste de ser así... ¿a quién en su sano juicio se le ocurriría ser shinobi en esas condiciones?»
Obviamente, esperó una posible respuesta por parte del chico. Estaba mal que se diese la vuelta y pasase de su cara sin mas, ¿no?
—Te equivocas —se cruzó de brazos —si hablo del taijutsu familiar, es porque mi deber es expandir su fama a todos los países, y mostrar que es el mejor. Cuanta mas gente conozca la derrota a manos del taijutsu familiar, mas gente querrá aprenderlo; y ése es el propósito que me ha impuesto mi padre.
»Además, no soy un mero soldado, y nadie lo es. Los shinobis somos una familia, y si en tu aldea no te tratan como tal, quizás deberías pensar en quién confías la espalda.
Estaba as que seguro de sus palabras, y no pensaba retractarse. No hacía mal, y le daba miedo el pensar que a ése chico le hubiesen criado con tantos temores y normas... ¿acaso era así de estricta esa otra aldea? ¿trataban a los suyos como meros números? ¿mataban y reemplazaban "soldados" sin miramiento alguno?
«Que vida mas triste de ser así... ¿a quién en su sano juicio se le ocurriría ser shinobi en esas condiciones?»
Obviamente, esperó una posible respuesta por parte del chico. Estaba mal que se diese la vuelta y pasase de su cara sin mas, ¿no?
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~