31/03/2018, 17:53
El tipo no parecía querer dimitir de su opinión. Inquirió que él nunca se equivocaba, casi pareciendo que se jactaba de ello, tras lo cuál terminó por cruzarse de brazos; imitando al Inuzuka, y firmando claramente su inconformidad. Entre tanto, la chica de plumajes oscuros voló con suavidad hasta posarse sobre la cabeza de Akane. Una vez allí, se quejó de lo que tenían que aguantar ambos. El Inuzuka cuadrúpedo dejó caer un suspiro, totalmente de acuerdo con lo que decía Kiara.
Para cuando Etsu aclaró lo que significaba para él, o lo que debía significar ser ninja, su antagonista contestó de manera que hasta daba miedo. El chico que rozaba con la frente todos los umbrales de puertas sentenció a los ninjas como meras maquinas de matar. Para éste, casi parecía que no eran mas que eso, y una vez finalizado su objetivo eran desechables como un plato de plástico.
El rostro de Etsu mostró claramente su no grata sorpresa. Era imposible esconder tan claro sentimiento, y mas cuando él se había criado con Akane como si fuese su propio hermano. No podía imaginar qué clase de personas lo había criado o entrenado; pues hasta su padre —con lo cabronazo que era— siempre le había inculcado que la familia era lo mas importante.
El genin miró a Kiara, así como a Akane, y tras ello devolvió la mirada al tipo que no se había presentado —Creo... creo... que debe ser muy triste pensar así... Los shinobis no somos solo unas maquinas de matar. Nuestro cometido principal no ese ese, aunque se nos reconozca principalmente por ello. Los shinobis son los defensores de la paz. Igual ayudamos a encontrar a un gato perdido, que ayudamos a que un señor cruce sin problemas para sus pertenencias de un lado a otro del país, o bien prestamos ayuda a mantener el orden en una biblioteca. No todos nuestros esfuerzos se centran en quitar vidas, y no es mejor ninja el que mas vidas quita; si no el que mejor uso hace de sus capacidades para ayudar al resto.
»Y me parece aún mas triste que viajes con alguien, que compartas tus días con alguien... y aun así... aún así... pienses que no puedes confiar tu vida en ella. Aunque discutamos, Akane y yo confiamos plenamente el uno en el otro. Quizás no todo el mundo es digno de confianza, pero quienes te dedican parte de sus vidas, creo que merecen parte de la tuya.
Casi sin venir a cuento, se puso hasta filosófico...
Para cuando Etsu aclaró lo que significaba para él, o lo que debía significar ser ninja, su antagonista contestó de manera que hasta daba miedo. El chico que rozaba con la frente todos los umbrales de puertas sentenció a los ninjas como meras maquinas de matar. Para éste, casi parecía que no eran mas que eso, y una vez finalizado su objetivo eran desechables como un plato de plástico.
El rostro de Etsu mostró claramente su no grata sorpresa. Era imposible esconder tan claro sentimiento, y mas cuando él se había criado con Akane como si fuese su propio hermano. No podía imaginar qué clase de personas lo había criado o entrenado; pues hasta su padre —con lo cabronazo que era— siempre le había inculcado que la familia era lo mas importante.
El genin miró a Kiara, así como a Akane, y tras ello devolvió la mirada al tipo que no se había presentado —Creo... creo... que debe ser muy triste pensar así... Los shinobis no somos solo unas maquinas de matar. Nuestro cometido principal no ese ese, aunque se nos reconozca principalmente por ello. Los shinobis son los defensores de la paz. Igual ayudamos a encontrar a un gato perdido, que ayudamos a que un señor cruce sin problemas para sus pertenencias de un lado a otro del país, o bien prestamos ayuda a mantener el orden en una biblioteca. No todos nuestros esfuerzos se centran en quitar vidas, y no es mejor ninja el que mas vidas quita; si no el que mejor uso hace de sus capacidades para ayudar al resto.
»Y me parece aún mas triste que viajes con alguien, que compartas tus días con alguien... y aun así... aún así... pienses que no puedes confiar tu vida en ella. Aunque discutamos, Akane y yo confiamos plenamente el uno en el otro. Quizás no todo el mundo es digno de confianza, pero quienes te dedican parte de sus vidas, creo que merecen parte de la tuya.
Casi sin venir a cuento, se puso hasta filosófico...
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~