6/04/2018, 17:01
La reacción del peliblanco fue mucho más efusiva que la del calvo, pero la reacción del rubio fue la misma para los dos. Una simple mirada acompañada de una risa de compasión, pero casi como si pareciese divertido de la situación. Sin embargo, la pelirroja lo miraba fija y seriamente al uzujin esperando cualquier tipo de reacción.
—Oye, oye, lo siento mucho— contestó tras una risas— Es que nunca se pusieron tan insistentes, por lo general casi ni le hablan a los pasajeros, andan por ahí hablando solos y peleándose entre ellos.
Parece más una obra actuada que otra cosa, pero supongo que su profesión los debió de atraer de más.
Karamaru seguía sorprendido por la naturalidad con la que hablaba el guía, los dos gennin metidos hasta el cuello en problemas y decisiones y el había resumido todo como un simple juego de niños.
—Tienen que entender que es algo que no pasó en años, nunca pudimos prever esta situación. Lamentamos cualquier problema ocasionado, sobretodo porque me temo que les tengo una mala noticia más.
El silencio los dominó una vez más, y Mae se levantó de la cama para ponerse de pie junto a la puerta, mostrando la intención de querer irse lo antes posible.
—¿Y qué es? Vamos.— lo increpó el calvo, ahora de pie igual que su compañero.
—Como les dije no es una situación predecible, y no nos podemos arriesgar a la cualquier altercado que altere a los pasajeros. El viaje continuará tras la parada en el puerto, pero ustedes deberán de quedarse allí.
El monje abrió la boca para comenzar las quejas, pero Shinsen fue más rápido y siguió hablando mientras se ponía de pie y se acomodaba su camisa blanca.
—Les devolveremos el dinero, no se preocupen. Pero deberán de partir ahora mismo en un bote. Mae los acompañara hasta la costa, los esperaremos en cubierta.
Y como si lo tuviesen planeado, en un segundo salieron ambos a paso rápido al pasillo cerrando la puerta tras de sí. Karamaru quedó con las palabras en la boca y la mente en blanco tratando de entender si eran más raros esos dos o los otros tres psicópatas.
—¿Qué...?— fue lo único que pudo largar de su garganta.
—Oye, oye, lo siento mucho— contestó tras una risas— Es que nunca se pusieron tan insistentes, por lo general casi ni le hablan a los pasajeros, andan por ahí hablando solos y peleándose entre ellos.
Parece más una obra actuada que otra cosa, pero supongo que su profesión los debió de atraer de más.
Karamaru seguía sorprendido por la naturalidad con la que hablaba el guía, los dos gennin metidos hasta el cuello en problemas y decisiones y el había resumido todo como un simple juego de niños.
—Tienen que entender que es algo que no pasó en años, nunca pudimos prever esta situación. Lamentamos cualquier problema ocasionado, sobretodo porque me temo que les tengo una mala noticia más.
El silencio los dominó una vez más, y Mae se levantó de la cama para ponerse de pie junto a la puerta, mostrando la intención de querer irse lo antes posible.
—¿Y qué es? Vamos.— lo increpó el calvo, ahora de pie igual que su compañero.
—Como les dije no es una situación predecible, y no nos podemos arriesgar a la cualquier altercado que altere a los pasajeros. El viaje continuará tras la parada en el puerto, pero ustedes deberán de quedarse allí.
El monje abrió la boca para comenzar las quejas, pero Shinsen fue más rápido y siguió hablando mientras se ponía de pie y se acomodaba su camisa blanca.
—Les devolveremos el dinero, no se preocupen. Pero deberán de partir ahora mismo en un bote. Mae los acompañara hasta la costa, los esperaremos en cubierta.
Y como si lo tuviesen planeado, en un segundo salieron ambos a paso rápido al pasillo cerrando la puerta tras de sí. Karamaru quedó con las palabras en la boca y la mente en blanco tratando de entender si eran más raros esos dos o los otros tres psicópatas.
—¿Qué...?— fue lo único que pudo largar de su garganta.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘