6/04/2018, 23:59
—Bueno, podría decir que ha sido un placer conoceros, pero no estoy seguro de ello.
Me tome esa respuesta como que, había ganado aquella batalla. Aunque fuera por que mi rival era vago, o por que se había cansado de pelear contra una muralla. Pero era una victoria, y me regocijé por dentro.
—Ha sido un placer, Etsu.
Dije con una sonrisa simpática. En realidad, no me caía ni bien ni mal, así que preferí despedirme de forma mas o menos cordial, pese a las palabras del chico.
—Aunque si que ha valido la pena conocerte, Kiara. Ahora pienso que los cuervos son mucho mas geniales que los loros.
—Hombre, eso por supuesto, sobre todo yo. —Dijo la cuervo mientras abandonaba la cabeza del can para volver a posarse sobre mi hombro.—Los perros tampoco están mal… Aunque les falta un buen par de alas.
—En fin, debo buscar algún dojo o sala de entrenamiento por la zona, tengo cosas que hacer. Hasta la próxima.
Tanto yo como Kiara, cada uno a su manera, le devolvimos la ligera reverencia al chico de Kusagakure. Menudos encuentros estaba teniendo con la gente del bosque. Tal vez fuera culpa de mi personalidad, de mi forma de comportarme frente a los extraños, o tal vez en realidad fuera culpa de todos los demás, por no ser capaces de saber lidiar con alguien como yo.
Fuera como fuese, ninguno de los encuentros había terminado exactamente bien. Así pues, olvide el tema, y olvide también el asunto de visitar el castillo del señor feudal. Estaba cansado, así que aproveche el tiempo para buscar un lugar donde pasar la noche y también algún sitio para comer algo.
Me tome esa respuesta como que, había ganado aquella batalla. Aunque fuera por que mi rival era vago, o por que se había cansado de pelear contra una muralla. Pero era una victoria, y me regocijé por dentro.
—Ha sido un placer, Etsu.
Dije con una sonrisa simpática. En realidad, no me caía ni bien ni mal, así que preferí despedirme de forma mas o menos cordial, pese a las palabras del chico.
—Aunque si que ha valido la pena conocerte, Kiara. Ahora pienso que los cuervos son mucho mas geniales que los loros.
—Hombre, eso por supuesto, sobre todo yo. —Dijo la cuervo mientras abandonaba la cabeza del can para volver a posarse sobre mi hombro.—Los perros tampoco están mal… Aunque les falta un buen par de alas.
—En fin, debo buscar algún dojo o sala de entrenamiento por la zona, tengo cosas que hacer. Hasta la próxima.
Tanto yo como Kiara, cada uno a su manera, le devolvimos la ligera reverencia al chico de Kusagakure. Menudos encuentros estaba teniendo con la gente del bosque. Tal vez fuera culpa de mi personalidad, de mi forma de comportarme frente a los extraños, o tal vez en realidad fuera culpa de todos los demás, por no ser capaces de saber lidiar con alguien como yo.
Fuera como fuese, ninguno de los encuentros había terminado exactamente bien. Así pues, olvide el tema, y olvide también el asunto de visitar el castillo del señor feudal. Estaba cansado, así que aproveche el tiempo para buscar un lugar donde pasar la noche y también algún sitio para comer algo.