8/04/2018, 18:49
Un silencio incómodo, como un sudor frío que te pega la ropa a la piel, invadió el gran salón del castillo tras sus palabras. Datsue oía el latido de su corazón, palpitando en su sien, mientras decenas de miradas se clavaban en él como senbos envenenados.
La dama de ojos dorados intervino entonces, avivando a la muchedumbre y poniéndola en su contra. «¡Será hija de…!» Ya no le parecía tan guapa.
—Iekatsu-sama, con todo el respeto, este shinobi es un cobarde.
¿Cobarde? Datsue le lanzó una mirada asesina. ¿Cobarde él? «¡Pues claro que lo soy! ¡Y a mucha honra!», quiso espetarle. Así había logrado sobrevivir como ninja. Siempre cauteloso. Siempre interponiendo a alguien entre él y el peligro.
Pero quizá, aquel era el día que se merecía una excepción. ¿Acaso no era el jōnin? ¿Acaso no era un Hermano del Desierto? ¿Acaso no era capaz de aplastar a aquel hombre como si de una cucaracha se tratase? Él era Uchiha Datsue el Intrépido, el Matakages, y aquel hombre un simple vestigio del pasado. Una imitación barata de samurái.
«¡Pues claro que puedo, joder, pues claro que puedo! ¡Se van a enterar estos cabrones!»
—¡Está bien, está bien! —exclamó, levantando las manos para apaciguar a la plebe—. Recuerden bien este día, damas y caballeros, ¡porque hoy es el día en que verán luchar a Uchiha Datsue el Intrépido! ¡Una historia para contar a sus nietos! —Sí, se estaba viniendo arriba—. Iekatsu-sama —hizo una ligera reverrencia. Luego, se giró hacia Akame—. Necesito tu katana, her… Compadre —pidió, extendiendo una mano hacia él—. Voy a darle a este hombre lo que quiere. ¡Un combate honorable, sin trucos ninjas! —Y, con aquella frase, Datsue remarcó la diferencia que había entre ninja y samurái, entre shinobi y guerrero. Para el ninja, el engaño y la manipulación formaba parte del combate, y Datsue acababa de hacer lo que mejor se le daba: mentir.
La dama de ojos dorados intervino entonces, avivando a la muchedumbre y poniéndola en su contra. «¡Será hija de…!» Ya no le parecía tan guapa.
—Iekatsu-sama, con todo el respeto, este shinobi es un cobarde.
¿Cobarde? Datsue le lanzó una mirada asesina. ¿Cobarde él? «¡Pues claro que lo soy! ¡Y a mucha honra!», quiso espetarle. Así había logrado sobrevivir como ninja. Siempre cauteloso. Siempre interponiendo a alguien entre él y el peligro.
Pero quizá, aquel era el día que se merecía una excepción. ¿Acaso no era el jōnin? ¿Acaso no era un Hermano del Desierto? ¿Acaso no era capaz de aplastar a aquel hombre como si de una cucaracha se tratase? Él era Uchiha Datsue el Intrépido, el Matakages, y aquel hombre un simple vestigio del pasado. Una imitación barata de samurái.
«¡Pues claro que puedo, joder, pues claro que puedo! ¡Se van a enterar estos cabrones!»
—¡Está bien, está bien! —exclamó, levantando las manos para apaciguar a la plebe—. Recuerden bien este día, damas y caballeros, ¡porque hoy es el día en que verán luchar a Uchiha Datsue el Intrépido! ¡Una historia para contar a sus nietos! —Sí, se estaba viniendo arriba—. Iekatsu-sama —hizo una ligera reverrencia. Luego, se giró hacia Akame—. Necesito tu katana, her… Compadre —pidió, extendiendo una mano hacia él—. Voy a darle a este hombre lo que quiere. ¡Un combate honorable, sin trucos ninjas! —Y, con aquella frase, Datsue remarcó la diferencia que había entre ninja y samurái, entre shinobi y guerrero. Para el ninja, el engaño y la manipulación formaba parte del combate, y Datsue acababa de hacer lo que mejor se le daba: mentir.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado