11/04/2018, 15:02
El tiempo en la batalla transcurría a una velocidad totalmente distinta, y de nuevo, nuestros genins protagonistas eran básicamente lentos. Mogura y Keisuke se mantuvieron al margen de intervenir en el conflicto mientras Karamaru estaba abandonado a su suerte por sus compañeros.
El arquero no se lo pensó dos veces antes de sacar otra flecha para rematar al calvo, que de una forma casi cómica había acabado tirado en el suelo con dos flechas clavadas. Aki ya había previsto eso mismo y se lanzó sobre él impidiéndole cualquier acción que no fuese salvar su culo.
Mientras, uno de sus compañeros se lanzó raudo a ayudarle mientras el otro lancero se dirigía peligrosamente hacia un indefenso y herido Karamaru. El genin había recibido una flecha en el brazo izquierdo y otra en la espalda, y con las vueltas que había dado sobre sí mismo la cola de las flechas se había partido, dejando poco más de unos centímetros de madera sobresaliendo de la carne.
El dolor liberaría una cantidad de adrenalina en su cuerpo suficiente como para que reaccionase.
El arquero no se lo pensó dos veces antes de sacar otra flecha para rematar al calvo, que de una forma casi cómica había acabado tirado en el suelo con dos flechas clavadas. Aki ya había previsto eso mismo y se lanzó sobre él impidiéndole cualquier acción que no fuese salvar su culo.
Mientras, uno de sus compañeros se lanzó raudo a ayudarle mientras el otro lancero se dirigía peligrosamente hacia un indefenso y herido Karamaru. El genin había recibido una flecha en el brazo izquierdo y otra en la espalda, y con las vueltas que había dado sobre sí mismo la cola de las flechas se había partido, dejando poco más de unos centímetros de madera sobresaliendo de la carne.
El dolor liberaría una cantidad de adrenalina en su cuerpo suficiente como para que reaccionase.