11/04/2018, 19:03
Ambos entraron al lugar y su sorpresa fue enorme al ver que les recibía un amplio salón perfectamente iluminado, amueblado con muy buen gusto lo cual le dio a Riko en la nariz de que no iba a ser un sitio barato pero al menos tenía que preguntar.
—Buenas noches, niños, ¿Qué los trae por aquí?
Un hombre al fondo de la sala les recibió con alegría, lo cual también sorprendió al joven, el hombre estaba perfectamente vestido con un traje elegante lo cual le iba dando cada vez más pistas sobre el precio del lugar al que estaban entrando.
—Andamos buscando una habitación para pasar la noche. Andamos un poco perdidos y preferimos emprender el viaje a casa con la luz del día.
Mientras Karamaru se explicaba y hablaba con el recepcionista, el peliblanco miraba a todos lados en busca de algo que le dijera el precio, y si no lo encontraba, preguntaría directamente antes de aceptar la habitación.
—Bienvenidos al Cabalino Brillante entonces. Noveno piso, habitación 12. Tomen las escaleras de aquí a la derecha y no tendrán perdida, es al final del pasillo. Espero que tengan una hermosa estancia.
Y en ese momento lo vio un cartel que daba información sobre la gran oferta que tenían sobre el precio de la noche en el hotel.
«¡¿2.800 ryos!?»
Rápidamente agarró del hombro al calvo y se acercó a su oreja para hablarle en susurros.
— ¿Tú tienes 2.800 ryos para pasar la noche aquí? Porque yo no. — Y tras sus palabras le señalaría cautelosamente el cartel que acababa de leer.
—Buenas noches, niños, ¿Qué los trae por aquí?
Un hombre al fondo de la sala les recibió con alegría, lo cual también sorprendió al joven, el hombre estaba perfectamente vestido con un traje elegante lo cual le iba dando cada vez más pistas sobre el precio del lugar al que estaban entrando.
—Andamos buscando una habitación para pasar la noche. Andamos un poco perdidos y preferimos emprender el viaje a casa con la luz del día.
Mientras Karamaru se explicaba y hablaba con el recepcionista, el peliblanco miraba a todos lados en busca de algo que le dijera el precio, y si no lo encontraba, preguntaría directamente antes de aceptar la habitación.
—Bienvenidos al Cabalino Brillante entonces. Noveno piso, habitación 12. Tomen las escaleras de aquí a la derecha y no tendrán perdida, es al final del pasillo. Espero que tengan una hermosa estancia.
Y en ese momento lo vio un cartel que daba información sobre la gran oferta que tenían sobre el precio de la noche en el hotel.
«¡¿2.800 ryos!?»
Rápidamente agarró del hombro al calvo y se acercó a su oreja para hablarle en susurros.
— ¿Tú tienes 2.800 ryos para pasar la noche aquí? Porque yo no. — Y tras sus palabras le señalaría cautelosamente el cartel que acababa de leer.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»