11/04/2018, 23:55
La muchacha pelirroja que leía el libro se levantó apresuradamente, preocupada por el extraño. Le tendió la mano, y Daruu no respondió hasta pasados unos largos diez segundos, cuando, sin levantar la cabeza del suelo, apoyó las dos manos en el suelo e hizo fuerzas para reincorporar un poco el torso. Levantó la cara.
Sangraba por la nariz y por la boca, y mantenía una estúpida y demacrada sonrisa que le dedicó a la amable chica que le ayudaba.
—Zíii. —Al intentar tomar su mano, perdió un punto de apoyo y volvió a caer al suelo boca abajo.
No se movía.
Sangraba por la nariz y por la boca, y mantenía una estúpida y demacrada sonrisa que le dedicó a la amable chica que le ayudaba.
—Zíii. —Al intentar tomar su mano, perdió un punto de apoyo y volvió a caer al suelo boca abajo.
No se movía.