14/04/2018, 13:13
Pero el chico no asintió, es más; se removió y alejó de ella arrastrándose por el suelo, sacando en el acto un kunai que llevaba bajo su manga. Solo entonces reparó en la cinta que llevaba atada en su frente, con diversas líneas rectas dibujadas en ella.
Parpadeó varias veces y paró en el acto antes de sacar el pañuelo.
—Sé que no ha hecho nada, Shinobi-san —se apresuró a decir, con voz calmada —. Se ha caído y solo quería ayudarle, por favor, no se mueva mucho, ha recibido un golpe muy fuerte...
La kunoichi retrocedió unos pasos, levantando ambas manos en señal de paz.
—Tengo pañuelos en mi mochila, por si necesita algo con lo que limpiarse.
Le ofreció mirándole directamente a los ojos, ojos de un color poco común para ella, para ser exactos. No le importaba que fuera de otra villa, o que incluso tuviese algo de reparo con la gente de Uzushiogakure, solo quería en aquel momento que se tratase el golpe.
Parpadeó varias veces y paró en el acto antes de sacar el pañuelo.
—Sé que no ha hecho nada, Shinobi-san —se apresuró a decir, con voz calmada —. Se ha caído y solo quería ayudarle, por favor, no se mueva mucho, ha recibido un golpe muy fuerte...
La kunoichi retrocedió unos pasos, levantando ambas manos en señal de paz.
—Tengo pañuelos en mi mochila, por si necesita algo con lo que limpiarse.
Le ofreció mirándole directamente a los ojos, ojos de un color poco común para ella, para ser exactos. No le importaba que fuera de otra villa, o que incluso tuviese algo de reparo con la gente de Uzushiogakure, solo quería en aquel momento que se tratase el golpe.