15/04/2018, 16:44
Daruu apretó muy fuerte a Ayame y comenzó a llorar. Lloró todo lo fuerte y todo lo que pudo, por él mismo, por su madre, e incluso por ella. Lloró por la Pastelería de Kiroe-chan y lloró porque se imaginó que tendría que vivir con murmullos a su alrededor por el resto de su vida. Lloró porque tendría que revivir aquél momento en el que le arrancaban los ojos ahora, y porque tendría que revivir la operación que le había dado los de su madre muchas veces más, cada vez que alguno de sus amigos preguntase por qué esos ojos blancos ya no estaban ahí.
—Chss, chss. Ya está. Tú no has hecho nada, cariño —dijo, sollozando—. Tú no has hecho nada. No fuiste tú. No has sido tú. Relájate. Ya está todo bien, ya está todo bien.
Se separó de ella y la miró a los ojos. Sonrió. Los entrecerró y los apartó de ella, consciente de que no eran los mismos ojos blancos a los que estaba acostumbrada.
—Los clanes son una puta mierda, Ayame —dijo—. Primero, los Kajitsu. Ahora, los traficantes de Kekkei Genkai. Estoy harto. Todo el mundo sobrevalora las líneas de sangre. ¿Quieres saber lo que opino sobre mis antiguos ojos?
»Ojalá se le pudran a aquella furcia en la mano.
Daruu se forzó a mirar a Ayame una vez más.
—Espero que puedas seguir queríendome así. Espero que te siga gustando.
—Chss, chss. Ya está. Tú no has hecho nada, cariño —dijo, sollozando—. Tú no has hecho nada. No fuiste tú. No has sido tú. Relájate. Ya está todo bien, ya está todo bien.
Se separó de ella y la miró a los ojos. Sonrió. Los entrecerró y los apartó de ella, consciente de que no eran los mismos ojos blancos a los que estaba acostumbrada.
—Los clanes son una puta mierda, Ayame —dijo—. Primero, los Kajitsu. Ahora, los traficantes de Kekkei Genkai. Estoy harto. Todo el mundo sobrevalora las líneas de sangre. ¿Quieres saber lo que opino sobre mis antiguos ojos?
»Ojalá se le pudran a aquella furcia en la mano.
Daruu se forzó a mirar a Ayame una vez más.
—Espero que puedas seguir queríendome así. Espero que te siga gustando.