15/04/2018, 18:57
—¡Yaaiiiiiiiii! —chilló, mientras salía catapultado por los aires y se estrellaba con dureza en el suelo. El golpe, sin embargo, no fue lo peor, sino las súbitas ganas de vomitar que le entraron al darle un vuelco el estómago. Con visibles arcadas, tuvo que hacer acopio de toda su energía para no echar todo el alcohol por los suelos—. Puta merda…
Ayudándose con las manos, logró medio levantarse, con la espalda muy encorvada y pasos vacilantes. El mundo no paraba de dar vueltas a su alrededor, intentando tirarle nuevamente al suelo. No iba a permitirlo. Al frente, Daruu le sonreía. Se burlaba.
Entonces lo comprendió.
—¿Un flenshutsu, huh? —Se carcajeó. Ya había que tener mala suerte, para ejecutar una potente ilusión a alguien inmune a ellas—. ¡Ha chejado o momento, Darruu! ¡De que vexas o maior secjeto do noso cjlan! —Un brillo rojizo iluminó su mirada—. ¡Manflushu Flashingan! —El Mangekyō Sharingan del que tanto le había hablado su Hermano. Nunca lo había despertado, y nunca creía llegar a hacerlo… hasta aquel momento. Un momento de clarividencia absoluta, en el que supo, por una intuición que solo el alcohol podía dar, que lo lograría—. ¡Qué ven teus ollos agora, ¿huh?!
En honor a la verdad, y si la vista de Daruu no estuviese también embriagada por el alcohol, tan solo vería… un Sharingan normal y corriente. Datsue, no obstante, sentía el poder borboteando en cada poro de su piel.
—¡Polas trescentas pares de tetas as que vilmente mansishaste! —anunció, como el juez al reo—. ¡Io, Uchiya Datshue ó Intjépido, condénoche ao yugo…
Datsue corrió —de forma torpe— hacia él, y estiró un brazo hacia atrás.
»… ¡do meu puño! —exclamó, lanzando un sendo puñetazo a una parte nada clara de la figura borrosa en la que se había convertido Daruu.
Ayudándose con las manos, logró medio levantarse, con la espalda muy encorvada y pasos vacilantes. El mundo no paraba de dar vueltas a su alrededor, intentando tirarle nuevamente al suelo. No iba a permitirlo. Al frente, Daruu le sonreía. Se burlaba.
Entonces lo comprendió.
—¿Un flenshutsu, huh? —Se carcajeó. Ya había que tener mala suerte, para ejecutar una potente ilusión a alguien inmune a ellas—. ¡Ha chejado o momento, Darruu! ¡De que vexas o maior secjeto do noso cjlan! —Un brillo rojizo iluminó su mirada—. ¡Manflushu Flashingan! —El Mangekyō Sharingan del que tanto le había hablado su Hermano. Nunca lo había despertado, y nunca creía llegar a hacerlo… hasta aquel momento. Un momento de clarividencia absoluta, en el que supo, por una intuición que solo el alcohol podía dar, que lo lograría—. ¡Qué ven teus ollos agora, ¿huh?!
En honor a la verdad, y si la vista de Daruu no estuviese también embriagada por el alcohol, tan solo vería… un Sharingan normal y corriente. Datsue, no obstante, sentía el poder borboteando en cada poro de su piel.
—¡Polas trescentas pares de tetas as que vilmente mansishaste! —anunció, como el juez al reo—. ¡Io, Uchiya Datshue ó Intjépido, condénoche ao yugo…
Datsue corrió —de forma torpe— hacia él, y estiró un brazo hacia atrás.
»… ¡do meu puño! —exclamó, lanzando un sendo puñetazo a una parte nada clara de la figura borrosa en la que se había convertido Daruu.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado