18/04/2018, 12:25
—Maldito cabronazo narigudo asqueroso —farfullaba Daruu, casi de manera ininteligible—. Me había dado el alta... me había dado el alta...
«Oh...» Ayame prefirió no preguntar los detalles al respecto, pero parecía que entre ambos acababa de ocurrir algún tipo de desacuerdo en el que, para variar, salía ganando su padre. Por eso se limitó a agarrarse con fuerza al ave para no caer y se dejó llevar... Y aún así no pudo evitar volver la cabeza para mirar por última vez el lugar del suceso. «Tengo que hacerme más fuerte...» Pensó, aunque su cerebro se encargó de minar su determinación recordándole la humillante derrota que había sufrido a manos de Daruu recientemente y lo inútil que había quedado entre las manos de su padre.
—Ayame, por favor —la llamó Daruu, desde su propia montura—. A partir de ahora, confiemos el uno en el otro y contémonos las cosas importantes. Te quiero demasiado como para perderte por algo así.
Ella se sonrojó sin poder evitarlo, y cuando sus ojos se encontraron con los de Daruu, sintió un extraño cosquilleo en el pecho. Terminó por asentir.
—Lo siento...
«Oh...» Ayame prefirió no preguntar los detalles al respecto, pero parecía que entre ambos acababa de ocurrir algún tipo de desacuerdo en el que, para variar, salía ganando su padre. Por eso se limitó a agarrarse con fuerza al ave para no caer y se dejó llevar... Y aún así no pudo evitar volver la cabeza para mirar por última vez el lugar del suceso. «Tengo que hacerme más fuerte...» Pensó, aunque su cerebro se encargó de minar su determinación recordándole la humillante derrota que había sufrido a manos de Daruu recientemente y lo inútil que había quedado entre las manos de su padre.
—Ayame, por favor —la llamó Daruu, desde su propia montura—. A partir de ahora, confiemos el uno en el otro y contémonos las cosas importantes. Te quiero demasiado como para perderte por algo así.
Ella se sonrojó sin poder evitarlo, y cuando sus ojos se encontraron con los de Daruu, sintió un extraño cosquilleo en el pecho. Terminó por asentir.
—Lo siento...