19/04/2018, 13:29
—No es eso —respondió Daruu, rodeándola con el brazo—. No tiene nada que ver con lo de la playa... me alegro que al final nos escucharas. No es eso... Es que se te nota incómoda con mis ojos, y me duele...
—Ah... —suspiró ella.
—¡No es que piense que está mal, sé que es normal! —se apresuró a aclarar—. Simplemente me duele. Supongo que será cuestión de tiempo —suspiró—. Te quiero.
Ayame le abrazó con fuerza, reposando la cabeza en su hombro.
—Yo también te quiero. Con todas mis fuerzas —respondió, y entonces apoyó las manos en su pecho para incorporarse y mirarle directamente a los ojos. En aquella ocasión se obligó a no apartar la mirada—. No es incomodidad. Es... simplemente... un cambio muy brusco... Igual que si te viera de repente con el pelo rubio —añadió, en una pequeña broma—. Pero el pelo se puede teñir fácilmente; sin embargo, al tratarse de los ojos... Y más sabiendo de dónde proviene ese cambio...
Sacudió la cabeza ligeramente.
—Pero ya te dije que me daba igual, que yo te quiero por lo que eres, no por el color de tus ojos. Sólo tengo que acostumbrarme a ello. No creo que tarde demasiado... Después de todo soy el agua, ¿recuerdas? Y el agua se adapta a todo —añadió, sonriente.
—Ah... —suspiró ella.
—¡No es que piense que está mal, sé que es normal! —se apresuró a aclarar—. Simplemente me duele. Supongo que será cuestión de tiempo —suspiró—. Te quiero.
Ayame le abrazó con fuerza, reposando la cabeza en su hombro.
—Yo también te quiero. Con todas mis fuerzas —respondió, y entonces apoyó las manos en su pecho para incorporarse y mirarle directamente a los ojos. En aquella ocasión se obligó a no apartar la mirada—. No es incomodidad. Es... simplemente... un cambio muy brusco... Igual que si te viera de repente con el pelo rubio —añadió, en una pequeña broma—. Pero el pelo se puede teñir fácilmente; sin embargo, al tratarse de los ojos... Y más sabiendo de dónde proviene ese cambio...
Sacudió la cabeza ligeramente.
—Pero ya te dije que me daba igual, que yo te quiero por lo que eres, no por el color de tus ojos. Sólo tengo que acostumbrarme a ello. No creo que tarde demasiado... Después de todo soy el agua, ¿recuerdas? Y el agua se adapta a todo —añadió, sonriente.