25/08/2015, 21:08
''Por una vez, por PRIMERA VEZ, Nabi ha dicho que tenía razón en algo... ¿Por qué me habré echado para atrás...?''
Eri agarró al perro con más fuerza, porque con lo húmedos que se encontraban ambos el can se resbalaba con facilidad, pero al parecer Mike no quería ir al suelo, así que se aferraba con sus patitas todo lo que podía al cuerpo de la joven kunoichi.
-¿De verdad le podremos encontrar un buen lugar?-Preguntó, con un deje de esperanza en la voz. No quería tener una responsabilidad, la verdad, eso la asustaba a horrores porque temía que muriese por su culpa, y eso a la chiquilla le hacía temblar tan solo de pensarlo.
Pero el Uchiha habló de nuevo, inquiriendo en que deberían ir a su casa de nuevo y que allí hablarían con tranquilidad y esperarían a que la lluvia amainara un poco. Eri asintió, no se oponía en nada, ya que allí en medio de la nada, con lluvia y con dificultad en la vista, nadie los podía vislumbrar y ellos mismos no podían divisar a nadie, bueno, quizás el Uchiha sí, pero porque es un Uchiha. Así pues Eri cogió la mano del chico por si acaso lo perdía de vista o algo, bastantes cosas habían pasado en tan escaso periodo de tiempo que lo que le faltaba ahora mismo es perderse y juntos aún dificultando la maniobra de avanzar hacia la casa del rubio, al menos llegarían juntos. Metió al can entre su túnica cerrada y su camiseta de mangas largas interior y lo sujetó con su mano izquierda mientras que con la derecha sujetaba la izquierda de Nabi. Esperó que no le importase al rubio, ya que no solían tomarse de la mano ahora que ya eran más mayores.
Sin querer Eri tomó un color carmesí en las mejillas al sentir el contacto con el shinobi, sin embargo sentía que no debían quedarse allí por más tiempo y tiró del Uchiha para que ambos emprendieran una carrera hasta la casa del chico.
''¿Debería pedir su opinión?''
-¿Podemos ir así?- Prefirió preguntar a actuar, ya que la acción podía molestar al chico al fin y al cabo. -Con mi pésimo sentido de la orientación... Quizás acabamos cada uno en una punta de Uzushio...-Intentó explicar la de cabellos azules, y luego mordió su labio inferior, esperando una respuesta del rubio, a poder ser, afirmativa, para que ambos pudieran llegar lo más rápido posible a su casa y lograr secarse antes de que pudiesen pescar un resfriado.
Eri agarró al perro con más fuerza, porque con lo húmedos que se encontraban ambos el can se resbalaba con facilidad, pero al parecer Mike no quería ir al suelo, así que se aferraba con sus patitas todo lo que podía al cuerpo de la joven kunoichi.
-¿De verdad le podremos encontrar un buen lugar?-Preguntó, con un deje de esperanza en la voz. No quería tener una responsabilidad, la verdad, eso la asustaba a horrores porque temía que muriese por su culpa, y eso a la chiquilla le hacía temblar tan solo de pensarlo.
Pero el Uchiha habló de nuevo, inquiriendo en que deberían ir a su casa de nuevo y que allí hablarían con tranquilidad y esperarían a que la lluvia amainara un poco. Eri asintió, no se oponía en nada, ya que allí en medio de la nada, con lluvia y con dificultad en la vista, nadie los podía vislumbrar y ellos mismos no podían divisar a nadie, bueno, quizás el Uchiha sí, pero porque es un Uchiha. Así pues Eri cogió la mano del chico por si acaso lo perdía de vista o algo, bastantes cosas habían pasado en tan escaso periodo de tiempo que lo que le faltaba ahora mismo es perderse y juntos aún dificultando la maniobra de avanzar hacia la casa del rubio, al menos llegarían juntos. Metió al can entre su túnica cerrada y su camiseta de mangas largas interior y lo sujetó con su mano izquierda mientras que con la derecha sujetaba la izquierda de Nabi. Esperó que no le importase al rubio, ya que no solían tomarse de la mano ahora que ya eran más mayores.
Sin querer Eri tomó un color carmesí en las mejillas al sentir el contacto con el shinobi, sin embargo sentía que no debían quedarse allí por más tiempo y tiró del Uchiha para que ambos emprendieran una carrera hasta la casa del chico.
''¿Debería pedir su opinión?''
-¿Podemos ir así?- Prefirió preguntar a actuar, ya que la acción podía molestar al chico al fin y al cabo. -Con mi pésimo sentido de la orientación... Quizás acabamos cada uno en una punta de Uzushio...-Intentó explicar la de cabellos azules, y luego mordió su labio inferior, esperando una respuesta del rubio, a poder ser, afirmativa, para que ambos pudieran llegar lo más rápido posible a su casa y lograr secarse antes de que pudiesen pescar un resfriado.